De esos 13.000 trabajadores una decena está ahora bajo el foco de sospecha. Los acusa de secuestrar a israelíes el pasado 7 de octubre, repartir municiones o incluso participar en la holocausto de un Kibutz. Los servicios de inteligencia de Israel además denuncian que 190 miembros del personal de la ONU en Lazada tiene vínculos con Hamás y la Jihad Islámica.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha asegurado que España “no modificará su relación” con la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, pero seguirá muy de cerca la investigación sobre la colaboración de algunos trabajadores con Hamás.
La Comisión Europea ha anunciado que mantendrá la financiación a la UNRWA aunque ha reclamado una auditoria europea para evaluar su funcionamiento. “La UE es uno de los mayores donantes de ayuda humanitaria y al ampliación para los palestinos de Lazada. La ayuda humanitaria a los palestinos de Lazada y Cisjordania continuará sin interrupción a través de las organizaciones asociadas”, ha asegurado el Ejecutor comunitario en un comunicado, en el que detalla no obstante que no está previsto desembolsar más fondos hasta finales de febrero.
Israel sigue bombardeando cerca de los hospitales en el sur y acaba de anunciar un cambio de organización en el finalidad que pasa por intensificar de nuevo sus acciones en el finalidad porque cree que Hamás está planeando regresar a las zonas que abandonó el Ejército. 12 ministros han vuelto a pedir delante miles de activistas la expulsión masiva de los palestinos de Lazada.