Una vez más, el fútbol ha presenciado un nuevo cita de violencia, esta vez en la Copa de Asia. El protagonista del suceso es cercano a nosotros, porque se tráfico del seleccionador castellano de Irak, Jesús Casas. Quien tuvo que presenciar uno de los sustos más graves de su carrera deportiva en los banquillos posteriormente de la derrota de su equipo frente a Jordania (2-3) en los octavos de final de la Copa Asia. Un orden de periodistas iraquíes, en la rueda de prensa posterior al cita, se levantaron de sus sillas e intentaron pegar al preparador castellano (ex-ayudante de Luis Enrique en la Selección), una pelea que tuvo que disuadir la propia policía.
Los iraquíes iban ganando el cita por 2-1 en el descuento y cuando todo apuntaba que el cita acabaría así, ocurrió lo inesperado, dos goles de Al-Arab (95′) y Al-Rashdan (97′) que provocaban la aniquilación de Irak. Esta derrota provocó el enfado de la prensa del país. Casas fue preguntado si se sentía el principal responsable de la derrota, a lo que contestó solamente con un “sí”. Un hecho que no gustó cero al periodista que formuló la pregunta y provocó su desistimiento de la sala despidiéndose del seleccionador castellano.
Reacciones de los asistentes
Una reacción que enfadó a todos los periodistas asistentes a la rueda de prensa, quienes comenzaron a increpar al castellano y alguno se acercó a pocos metros de él intentando intimidarle. “¿Ese es el apoyo que le dan a la selección iraquí y a su país?”, preguntaba en suspensión Casas, que en todo momento estuvo tranquilo frente a los gritos de los periodistas, que dejaron la sala en señal de apoyo a su colega.