Los problemas del sueño (II): las pesadillas



Es uno de los trastornos del sueño más frecuentes en los niños. Son sueños desagradables, más frecuentes que los terrores nocturnos, Las pesadillas suceden durante las fases REM del sueño, la más ligera. Se presentan en la segunda parte de la incertidumbre, el chiquillo se despierta recuerda lo que ha soñado y alega adecuadamente al entorno. 

Los dos forman parte del incremento natural. No se saben con exactitud las causas que provocan estos episodios de miedo, pero puede ser una forma que tiene el cerebro de procesar lo que los niños sienten o piensan y de manifestar sus preocupaciones o inquietudes. Es precisamente en esta etapa del sueño, donde suelen ocurrir la mayoría de los sueños, incluidas las pesadillas. 

El chiquillo suele despertarse muy asustado, describiendo detalladamente las características de lo soñado. Se presenta durante el postrero tercio y finalizan con el despertar del chiquillo. Aunque no duran mucho, en torno a de 10 minutos, al despertarse el chiquillo sigue estando nervioso, adulterado y tiene dificultad para retornar a dormirse. Todavía puede tener sudoración y taquicardia. Cuando se despierta reconoce rápidamente a sus padres y se calma con relativa facilidad.

Las pesadillas se diferencian de los terrores nocturnos en que se recuerda todo y el sueño se puede relatar como si verdaderamente lo hubiera vivido, confundiéndose sueño con sinceridad.

¿CUÁNDO EMPIEZAN LAS PESADILLAS EN LOS NIÑOS? 

Es frecuente que aparezcan las pesadillas en los niños de dos primaveras, ya que a partir de esta época empiezan a entender que hay cosas que pueden hacerles daño y, encima, se está desarrollando su imaginación, por lo que pueden crear imágenes que le asusten.

La franja de época en la que ocurren con viejo frecuencia se sitúa entre los 2 y los 6 primaveras.  Estos niños todavía no son capaces de distinguir admisiblemente entre la sinceridad y la ficción y, por eso, piensan que lo que sueñan sucede de verdad. Los niños no consiguen distinguir una pesadilla de la sinceridad hasta a posteriori de los seis primaveras.

Las pesadillas se manifiestan de forma diferente en cada chiquillo, va a pender de su imaginación y sus propias vivencias. Con frecuencia, suelen incluir fantasmas, monstruos, animales que les pueden hacer daño, etc. Pero igualmente es posible que sueñen que alguno les riñe o que alguna situación les intimida.

¿POR QUÉ SE PRODUCEN?

Las pesadillas expresan la angustia que siente el chiquillo frente a un hecho concreto ocurrido durante el día. En algunos casos, pueden ser reacciones en torno a alguna situación que les preocupa: una mudanza, cambio de colegio, salida de un hermano, divorcio de los padres, pérdida de un ser querido, enfermedad, choque. Si ven alguna película o leen algún vademécum que les dé miedo. Su frecuencia es viejo cuando los niños están cansados o estresados.

¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES?

Lo primero que hay que hacer es tranquilizar al chiquillo, recalcando que ha sido solo una pesadilla, permaneciendo a su costado y transmitiéndole calma. Todavía se les puede dejar algún objeto que le proporcione seguridad o dejar una pequeña luz encendida. Mejor no murmurar sobre ello en ese momento, dejando para el día ulterior aquello que pueda estar preocupándole. Puede ser útil que dibuje o describa la pesadilla, cambiando el final de la misma, de modo que, con este nuevo final, el chiquillo se sienta más seguro.

¿CÓMO PONER SOLUCIÓN A LAS PESADILLAS DE TU HIJO?

Las pesadillas no se pueden evitar del todo, pero sí que puedes contribuir a que tu hijo duerma lo suficiente y admisiblemente, y esto le ayudará porque las pesadillas son más habituales en niños cansados. Estos son algunos consejos que puedes aceptar a lado:

1. Establece una rutina de sueño: que se acueste y se oriente siempre a la misma hora. Reposar las horas suficientes, con regularidad en los horarios. Mejor no suprimir las siestas, si las hace asiduamente.

2. El momento de cohabitar debe estar precedido de un periodo tranquilo y relajante siguiendo una rutina que les ayude a estar más tranquilos: darse un baño, descubrir y murmurar sobre cosas agradables que hayan ocurrido durante el día, cobrar mimos…

3. Mejor evite que vean películas, la televisión o que oigan historias de terror antaño de cohabitar, así como juegos que supongan una excitación excesiva para el chiquillo.

4. Explicarle que las pesadillas no son reales y no pueden hacerle daño.

5. Conviene identificar aquellos factores que puedan ser estresantes para el chiquillo, para así eliminarlos o reducirlos.

Estos consejos ayudarán, pero aun así no evitarán que tenga alguna pesadilla. Cuando suceda, haz lo ulterior:

– Calmarlo y estar con él hasta que se sienta seguro.

– Explicarle que lo que pasó en su sueño no es vivo y que todo está admisiblemente.-Respeta su sensación de miedo: dile que es ordinario que esté asustado, que a ti igualmente te pasa, pero que está seguro y no va a ocurrir cero.

– Ayúdalo a conciliar el sueño de nuevo y déjale una luz encendida para que se sienta más protegido.

– No acostarle con la vejiga llena. La escazes de orinar puede ser un desencadenante de las parasomnias.

– Si al día ulterior quiere contarte su pesadilla, escúchalo. Puede que al murmurar sobre ella de día ya no le cause tanto terror.

Aunque las pesadillas se consideran poco ordinario de la infancia, si ves que son muy frecuentes o que suceden cercano a otro tipo de problemas, ya sean emocionales o de conducta, consúltalo con tu pediatra.

Las pesadillas no son otra cosa que sueños feos y, como todos los sueños, se manifiestan durante la etapa de sueño agitado, llamado sueño REM, es afirmar, a horas más tardías. ¿Qué las caracteriza?

Al día ulterior, el pequeño es capaz de rememorar el contenido del sueño.

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