La principal función de las actividades es fomentar el bienestar de la veintena de usuarios, así como entretenerlos y potenciar sus capacidades cognitivas. “Los martes y jueves hacemos ejercitación para que se mantengan activos, salimos a dar paseos… Ahora empezamos un software de ejercicios nuevo”, relata la educadora social, Marta Fernández. El gimnasia físico les permite activar el cuerpo, mejorar la fuerza y el nivelación y disminuir el aventura de caídas y dolores musculares. “Encima, tenemos el software Big TV, que se está implementando en todas las residencias de la Fundación, donde todavía podemos hacer ejercitación, bingo, bingo musical, programas para la incitación cognitiva, karaoke…”, enumera.
Gracias a la amplia proposición del Big TV, una innovadora aplicación, los residentes disfrutan de actividades distintas y se mantienen activos. La mayoría de los mayores participa en todas las propuestas. “O noso traballo é animalos, que saian, que participen”, apunta la directora. “Aquí participan mucho todos, el bingo por ejemplo les encanta. En verano, cuando salimos a la plaza a arriesgar al bingo, se lo pasan en excelso”, comenta Marta Fernández.
Mantenerse activos
En el día a día de Casa Ínclito Maside, el bingo, las clases de ejercitación y las manualidades son las actividades predilectas. En el salón principal, los trabajadores colocan las pinturas y creaciones artísticas de los mayores: desde postales a collages o dibujos. “Temos grandes pintores, gústalles moito pintar”, recalca Amalia Gil.
Julia Dantes, que vive en la residencia desde hace 12 abriles, se decanta por calcetar y realizar adornos. “Gústame moito adornar os balcóns, coidar as plantas… eu non podo estar quieta, teño que estar facendo cousas”, reconoce. Pero en las actividades físicas todavía disfruta: “Eu fago o que podo en ximnasia, hai que facer de todo, tamén me axuda a moverme e a non estar aburrida. Eu estou ben, estou contenta”, asegura.
Por su parte, la usuaria Josefa Rodríguez, que cumple en marzo seis abriles en el centro, prefiere pintar y calcetar. “El problema es que ahora mismo no puedo, por la presencia, estoy irresoluto de que me llamen. Pero lo que más me gustaba era la costura y colorear, me relajaba mucho”, explica. Aunque en estos momentos no puede participar en las tareas visuales, sigue manteniéndose activa. “Yo hago lo que puedo en las actividades físicas, el otro día estuvimos haciendo ejercitación, y menos un gimnasia de nivelación, el resto los pude hacer”, señala.
El equipo de la residencia Casa Ínclito se ocupa de adaptar la programación a las capacidades de cada uno de los residentes, con el objetivo de que sigan manteniéndose activos en la medida en la que sea posible.