La figura de la dependencia de liquidación de sushi, Telemaki de Sant Feliu de Llobregat amanecía con un ramo de flores y velas frente a la persiana. El negocio está de desdicha por la asesinato violenta de su propietario. El tierno Ricard Guirao, de 28 abriles, fue asesinado el lunes presuntamente a manos de uno de sus empleados, Albert Negre, de 29 abriles, con quien encima planeaba provenir un nuevo negocio en un almacén de copas del municipio, La Terraza. Negre fue arrestado por los Mossos d’Esquadra el martes como autor de la asesinato violenta de Guirao. Los investigadores sospechan que le asestó un cachete que lo mató, trató de borrar cualquier huella, metió el cenizas en el maletero y le prendió fuego en un pasaje residencial cercano al centro comercial Eroski de Cornellà.
Guirao y su supuesto perverso eran amigos. El tierno lo empleaba en el Telemaki donde ejercía de repartidor del sushi para que se ganara la vida. Al mismo tiempo, planeaban desde hacía meses hacerse cargo de La Terraza, un almacén de copas de Sant Feliu de Llobregat que era propiedad de la grupo de Negre. Constituyeron la sociedad Àtic Sant Feliu con un renta social de 3.000 euros que uno y otro pusieron a partes iguales. El objetivo era cambiarle la cara al almacén de copas y obtener la autorización municipal para servir comida japonesa, como la que ofrecían en el Telemaki, durante el día y seguir con las bebidas alcohólicas por la tinieblas. Sin requisa, se toparon con trabas burocráticas. El Junta vetó los permisos porque no había llegada para minusválidos. Al almacén solo se puede entrar a través de unas escaleras empinadas. La semana pasada, Ricard le propuso al arrestado que uno de los dos se quedase con la sociedad. Ricard le dijo a Albert que se la regalaba o sino le ofrecía pagarle 1.500 euros por su parte. En última opción, el fallecido además se planteaba disolver la sociedad delante las reservas del consistorio.
Tino aérea del almacén de copas La Terraza, propiedad de la grupo del detenido
El lunes Ricard tenía previsto demorar al trabajo a las 12 del mediodía para asomar a organizar la liquidación de sushi. Sin requisa, llamó al encargado para proponer que llegaría un poco más tarde porque se acababa de encontrar a Albert y debía discutir con él la baratura de la sociedad o quién se la quedaba. Nunca más pudieron contactar con el tierno. Su pareja, el empleado del Telemaki y sus familiares llamaron sin detener a Ricard pero este nunca contestó. Entrada la tarde interpusieron una denuncia por desaparición delante los Mossos d’Esquadra de Esplugues. La grupo detalló a los investigadores que la última persona que lo había trillado era Albert.
Ayer de desaparecer, la víctima informó a sus empleados que se había topado con el sospechoso
Su cenizas apareció poco antaño de las cinco de la mañana. Los Mossos recibieron un aviso de que había un coche ardiendo en el pasaje Almáchar de Cornellà. Para sorpresa de los agentes, en el maletero había el cuerpo de un tierno que resultó ser el del desaparecido Ricard Guirao. De hecho, el transporte era el del tierno al que buscaban sus allegados. Los investigadores que tenían el nombre de Albert Negre subrayado en rojo solo necesitaron dar con él. Fue detenido a las siete de la mañana. Este jueves pasará a disposición de un tribunal de Cornellà que deberá animarse si ingresa en prisión provisional.
El rama de homicidios de la región policial metropolitana sur de los Mossos practicó este miércoles el registro del domicilio de Negre en Sant Joan Despí. La abogada Ana Maria Folch se ha hecho cargo de la recriminación particular en representación de la grupo de la víctima. El padre del arrestado, que falleció hace dos semanas, regentó durante abriles el conocidísimo bar de copas La Terraza, almacén donde antaño había un cibercafé. Su grupo además había sido propietaria del conocido cine Guinart que está a medio camino del Telemaki y La Terraza. Tres escenarios para un crimen que ha conmocionado a la entrada.