El informe pericial apunta al “error humano” en el Pitanxo



El documentación pericial pulido tras analizar las imágenes de la cuesta al pecio del Villa de Pitanxo contradice la interpretación del capitán del barco, Juan Padín, apuntando con destino a un “error humano” del marinero como “causa más probable” del hundimiento del buque.

Las conclusiones de este documento señalan que, de acuerdo a datos objetivos y a las circunstancias analizadas, “se concluye que la causa más probable del hundimiento del buque fue un error humano del capitán, por la yerro de percepción completo del peligro de hundimiento que suponía la maniobra que realizó para librar el embarre del aparejo del fondo marino”.

Según este documentación pulido por la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM), Padín puso en “arduo peligro la seguridad del buque y sus tripulantes” al realizar esa maniobra, “con la mar y el derrota de popa y la tolva de descarga de despojos abierta”.

En segundo división, los peritos consideran un autor contribuyente del desnivel la retraso con la que el capitán dio la orden de desaseo del buque a la tripulación, “lo que condicionó que pudieran realizar el desaseo de forma ordenada y con alguna probabilidad de éxito”. El texto explica que otro autor secreto habría sido la “yerro de familiarización de los tripulantes con sus obligaciones y funciones atribuidas en el cuadro orgánico para situaciones de emergencia”, adicionalmente de con el uso de dispositivos de rescate. Esto, a entendimiento de los expertos, “pone de manifiesto la yerro de formación a borde y la yerro de realización de ejercicios periódicos de desaseo de buque”.

Sin medios flotador

La marcha de una escalera en derecha, desde la cubierta superior a la cubierta de oficiales, igualmente sería otro autor contribuyente a la tragedia, ya que hubiese sido un “medio rápido de desocupación desde la cubierta expuesta a la intemperie y a la mar con destino a las balsas flotador”.

“En botellín división, se considera autor contribuyente del desnivel las adversas condiciones marítimas y meteorológicas que había en el división que, si acertadamente no eran de una extrema dureza como para aconsejar haberse puesto a la capa en aplazamiento de una mejoría, sin duda dificultaron la maniobra para librar el embarre”, añaden las conclusiones.

Según el documentación, la escora del buque era “excesiva”, superando la inclinación máxima en las que el motor funcionaría de forma satisfactoria según sus características técnicas, “se puede determinar que esta fue la causa más probable de la parada del motor propulsor”. La principal conclusión es que un “error humano” del capitán es la “causa más probable” del revés.

Las familias de las 21 víctimas mortales celebraron ayer este documentación, apuntando que “les da la razón”, agradeciendo a los medios de comunicación su apoyo ya que, según han dicho, sin la prensa no se hubiese conseguido que finalmente se bajase al barco el pasado mes de mayo.

“Ha respetado la pena descender al barco. Nos da la razón a lo que siempre dijimos”, conisderó la portavoz de los familiares, María José de Pazo. “Teníamos razón las familias, mereció la pena toda la lucha. Era necesario descender al barco para tener pruebas y mostrar el camino de la verdad de lo ocurrido en el revés”, añadió. Según ella, el documentación dice que la interpretación del superviviente Samuel Kwesi es la “verosimil”.

Junto a rememorar que la investigación se inició a posteriori de que la enunciación de Kwesi contradijese la expuesta por Padín y su sobrino, Eduardo Rial, únicos supervivientes a la tragedia. El ghanés apuntaría con destino a posibles negligencias por parte del capitán que habrían desencadenado el hundimiento, asegurando que el motor del barco no se paró de forma repentina, sino que el buque se embarró (se engancharon las redes al fondo) y el capitán trató de desembarrarlo, provocando lo ocurrido.

“La interpretación que dio Samuel es la correcta”

El abogado de las familias, Manuel Lampón, dijo ayer que la valoración del documento es “muy positiva”, porque apunta con destino a la “clara responsabilidad” de Padín y de la armadora, Colección Nores. “El documentación corrobora que la interpretación de Samuel es la correcta y que fue todo responsabilidad de Padín”, reivindicó, explicando que se acredita que el motor no se paró, como defendió siempre Padín.

“Confirma la responsabilidad del capitán clarísimamente. Corrobora todo lo que hemos defendido en la instrucción”, ha añadido, destacando como “fundamental” y “determinante” la cuesta al barco para tener estas conclusiones.

“El documentación va en la partidura de darle credibilidad a la interpretación de Samuel y lo que dijo es que el capitán no dio la orden como la hay que dar, no llevó a extremo las labores que como capitán le son exigibles”, insistió.

El pesquero gallego naufragó a 450 kilómetros de la costa de Terranova (Canadá) en febrero de 2022, acabando con la vida de 21 de los 24 marineros a borde. A partir de ahí, las familias de los fallecidos iniciaron una serie de acciones para tratar de esclarecer los hechos, por lo que siempre han pedido que se bajase al pecio para encontrar pruebas de lo que pudo sobrevenir ocurrido.

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