Los hechos ocurrieron el pasado mes de enero. Una trabajadora del establecimiento llamó al 092 para alertar de la presencia de un hombre ensangrentado. Al emplazamiento se desplazó una dotación de la Policía Restringido del municipio y, una vez allí, la mujer que había regalado la alerta aseguró que el herido había manifestado ocurrir sido agredido por su pareja, según ha indicado el Cabildo ilicitano en un comunicado.
La patrulla se entrevistó con el agredido en ese mismo emplazamiento y este explicó a los agentes que había discutido con su novia por el desayuno y ella le había propinado un cabezazo, provocándole una herida abierta en la parte inscripción de la trompa. Correcto a la alcance de la contusión, uno de los agentes trasladó a la víctima a un centro de vitalidad cercano y más tarde fue derivado al hospital, ya que tenía fracturado el hueso.
Encontrar a la agresora no fue sencillo pero, tras varias batidas, dos agentes de la Policía Restringido localizaron a la mujer cerca del emplazamiento de los hechos y la detuvieron como presunta autora de la ataque. Esta mujer, de 30 abriles, fue trasladada a dependencias policiales.
Junto a recapacitar que agresiones como estas no se reconocen como violencia de productos, puesto que esta es la que se produce contra la mujer por el simple hecho de serlo, tanto interiormente como fuera de casa, en el trabajo o en cualquier otro ámbito de la vida pública. En cambio, este suceso sí podría recogerse interiormente del ámbito de la violencia doméstica, es afirmar, la que se produce en el ámbito del hogar y la puede desempeñar y sufrir cualquiera de los miembros del núcleo usual. Por ejemplo, una mujer sobre su pareja hombre, una religiosa sobre sus hijos, un nieto sobre su ascendiente o entre una pareja de homosexuales.