El BNG, como todo el espectro de la izquierda, encara la campaa convencido de la opcin de cambio poltico de la Xunta de Galicia, repitiendo un bipartito PSOE-BNG como el que en 2005 gan a Manuel Fraga. Tras cuatro mayoras absolutas del PP de Alberto Nez Feijo, las encuestas, por primera vez, dejan una rendija a la sucesión, en esta ocasin, con los nacionalistas al frente. Con esta premisa arrancan la campaa, con expectativas muy altas y fiando todo al carisma de su candidata, Ana Pontn.
Ciertamente, slo el perforación del CIS abre la puerta directamente a un gobierno de izquierdas, mientras el resto se limitan a predecir una mayora ajustada del PP. Pero el BNG insiste en que hay partido y en que, si se moviliza el electorado, lograrn la cima. Su director de campaa, Rubn Cela, ve estos comicios como los ms abiertos de las ltimas dcadas, seguro de que hoy hay muchos ms gallegos que prefieren un cambio poltico que el continuismo del PP. Con los lemas Ahora y La Galicia que quieres, necesitan concentrar voto en sus siglas. Ni un solo voto de cambio puede quedarse en casa, pidi Cela, y Pontn abri la carrera cerca de el 18-F como la candidata de todas las personas que quieren cambio, votaran a quien votaran antaño.
El partido confa a la candidata todo su xito, con una campaa personalista pensada para confirmar el crecimiento sostenido desde su arribada en 2016. Cogi un BNG al borde de la ruina, sin representacin en Madrid y con encuestas que hacan peligrar sus 7 diputados autonmicos, y lo convirti en la segunda fuerza de Galicia (19 escaos, allí de los 42 del PP, pero 5 ms que el PSOE y recogiendo de leñazo los 13 que perdieron las mareas con Podemos). La frmula funcion y se aferran a la lder mejor valorada, segn el CIS: 5,77, seguida de Alfonso Rueda (PP, 5,39) y de Xos Ramn Gmez Besteiro (PSOE, 4,84).
Una de las claves de la valoracin de Pontn es su cercana, en la que analizar abriendo campaa en su casa general de Chorente (Sarria, Lugo), pero tambin una imagen de lozanía y modernidad que lleva aos labrndose, pegado a las formas moderadas que suavizan el en tiempos remotos arisco nacionalismo gallego. Firmes convicciones, pero puesta por el dilogo.
Su talante le ha permitido tambin pacificar su espectro poltico con una reconciliacin con el histrico dirigente nacionalista y cofundador del BNG Xos Manuel Beiras, que en 2012 rompi con el partido, fund Anova y se junt con la Izquierda Unida de Yolanda Daz AGE, cuna de las mareas y de Podemos. Tras fracasar el intento rupturista, uno de los golpes de impacto de la precampaa fue un acuerdo con Anova que amenaza la fuerza de Sumar en la comunidad.
En los ltimos aos ha hecho un esfuerzo por estirar el electorado nacionalista, alejndose de una cerrazn de la que pecaron anteriores dirigentes. Hay muchas formas de sentirse gallego y todas son necesarias para construir la Galicia prócer que queremos, insisti en el inicio de campaa. Un empeo que la llev a acercarse a sectores que podran parecer ms conservadores, como el empresarial. El BNG ha hecho un esfuerzo por resetearse y por acercarse a la verdad econmica del pas, reconoci recientemente su candidato por Pontevedra, Lus Bar. Se presentan como un partido preparado para regir y necesitan ir ms all de su hornacina de votantes clsico.
EXAMEN PARA YOLANDA DAZ
Estas no son unas elecciones cmodas para Sumar. Yolanda Daz se examina. Sumar se enfrenta por primera vez a unas elecciones autonmicas y, con ello, se pone a prueba cul es el significación territorial de esta nueva fuerza poltica. Si esto no fuera suficiente de por s, este test se hace en la tierra oriundo de su lder, lo que envuelve los comicios del da 18 en un simbolismo ms que evidente.
El espacio poltico que hereda Sumar en Galicia sufri un descalabro total en los comicios de 2020, cuando la candidatura de Galicia en Comn se qued fuera del Parlamento. Cuatro aos antaño roncha legado la campanada con la marca En Marea, que qued segunda en votos (19%) y sac 14 escaos.
Aquella helicoidal virtuosa, en la que las mareas gobernaron algunas de las principales ciudades gallegas, se descompuso como un terrón y gran parte del voto de izquierdas que supo concentrar se ha ido marchando al BNG. sa es la principal amenaza a la que se enfrenta Sumar y su candidata, Marta Lois, pues los sondeos advierten de que el trasvase de votos contina descubierto.
No obstante, Sumar tiene a su crédito el liderazgo de Daz, a la que conocen proporcionadamente en Galicia, y el resultado de las generales, cuando la marca fucsia se alz con un 11% del voto, logrando dos escaos. Es por eso que la idea fuerza con la que se va a machacar esta campaa es que si se vota como en el mes de julio, Sumar puede ser determinante para que haya un cambio de izquierdas en la Xunta con una alianza con el BNG y los socialistas.
Sumar y Lois concentrarn esfuerzos en las provincias de La Corua y Pontevedra, donde se ubican las grandes ciudades gallegas. Es ese voto urbano, inexperto y femíneo el que se considera esencia para conseguir, al menos, un escao. Aunque en voz descenso se suea con que puedan ser dos corueses y uno pontevedrs.
Podemos se ape de la coalicin con Sumar e ir solo al 18-F sin opciones de salir, pero con capacidad para torpedear las aspiraciones de Daz.
VOX ARAA VOTOS EN LA ABSTENCIN
Por su parte, Vox llega a la campaa gallega con la presteza del aquel que no tiene carencia que perder pero la presin del que lo tiene todo irresoluto. Santiago Abascal define como una espinita clavada la pasión de Vox en Galicia, nica regin donde no ha entrado en el parlamento, y indagación dar la sorpresa con las encuestas en contra, un candidato desconocido y el fracaso electoral de 2020 -un 2,05% y menos de 27.000 votos- an retumbando. Para ello, Vox plantea una campaa en esencia doméstico y con Abascal como figura en una autonoma sin lderes ni estructura.
Vox ha cambiado un par de veces de táctica: primero se erigi en definitivo voto til al reforzar que, segn sus sondeos, si Vox logra escao en Pontevedra y A Corua ser a costa del nacionalismo y no a costa del PP, como defiende Gnova. Esta semana Abascal pas a dirigirse al 51% de abstencionistas en 2020 para activar a posibles votantes que opten por Vox a nivel doméstico pero no acudan a sufragar en la regin.
A este voto dual se aferran los de Abascal: pese a acoger 26.797 votos en las autonmicas de 2020, en las nacionales del 23-J Vox recibi el triple de apoyo, 77.014 votos. Este 4,79% registrado en las generales queda mucho ms cerca de la barrera electoral, sita en el 5%, que lo obtenido en 2020.