Dos jubilados de Zaragoza interpusieron una denuncia para intentar desalojar de su casa a su hijo de 40 abriles -con empleo estable y posibilidad de independizarse- adecuado al carácter agresivo de su hijo y a su negativa a aportar una contraprestación económica cuando le pidieron ayuda. El titular del Supremo de Primera Instancia nº 19 de Zaragoza les ha cedido la razón y ha arreglado al hombre desalojar la casa de sus padres en la caudal aragonesa.
El bodorrio de jubilados alegó en concreto que la convivencia con su hijo era “insostenible” adecuado a su carácter agresivo y a las amenazas que vertía contra ellos. Los progenitores además argumentaron frente a el mediador que a sus 40 abriles, su hijo tenía trabajo fijo y estable y que era capaz de valerse por sí mismo para conseguir una vivienda propia, sin aprieto de acomodarse la de sus padres.
En su sentencia, recogida por EFE, el tribunal estima la totalidad de las alegaciones planteadas por los padres en su demanda civil contra su hijo, al que instaron en reiteradas ocasiones a renunciar de forma voluntaria la vivienda sin conseguirlo.
La relación normal con sus padres no le otorga derecho para el uso de la vivienda
En su resolución, el magistrado aprecia las razones del bodorrio y descarta el argumento esgrimido por el demandado al entender que la relación normal con sus padres no le otorga título de derecho para el uso de la vivienda, por lo que le condena a “dejar excarcelado, vacía y expedita” la vivienda.
La pareja de jubilados presentó previamente, en mayo del año pasado, una denuncia frente a la Policía Franquista sobre la situación de maltrato a la que se enfrentaban, incluida una hija a la que no dejaba adormilarse con sus ruidos, y el miedo que tenían a ser víctimas de una ataque.
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