Agricultores franceses impiden con sus tractores el acceso a los supermercados



Los agricultores aflojan la presión en Francia. Los principales sindicatos han pedido la “suspensión de los bloqueos” en autopistas, carreteras o centros logísticos tras las promesas realizadas por el Gobierno de Emmanuel Macron. Sin retención, advierten de que volverán a movilizarse si las promesas no se cumplen.

Posteriormente de unas primeras horas de desconcierto entre los agricultores que bloqueaban decenas de rutas, han comenzado a establecer los campamentos y anunciaron que seguirán haciéndolo las siguientes horas. Los convoyes que habían confluido en las inmediaciones de la hacienda desde diversos puntos del país comenzaron el retorno a sus regiones. Sin retención, algunos se han trasladado a los supermercados en ciudades como Bayona para impedir que la masa entre.

En algunos de los centros han entrado a comprobar el origen de las mercancías y han saboteado lotes de productos de diferentes procedencias. Algunos de ellos los han precintado y otros los han rociado con spray. A pesar de las promesas del Gobierno galo, varios agricultores mantienen sus distintas formas de presión.

Nuevas medidas del Gobierno francés

El primer ministro francés, Gabriel Attal, y los titulares de las carteras de Peculio, Agricultura y Transición Ecológica detallaron una nueva hilera de medidas. Se comercio de políticas destinadas a contestar los reclamos del sector, como el de la competencia desleal, donde los agricultores se quejan de que sus productos están sometidos a exigencias sanitarias y medioambientales más estrictas que los importados de otros países.

Attal anunció que se impedirá la importación de alimentos procedentes del foráneo de la Unión Europea y que hayan sido tratados con pesticidas u otros productos fitosanitarios que no se pueden utilizar en Europa. Asimismo, prometió nuevos paquetes de ayudas financieras, simplificación en profundidad de las normas, medidas para defender la renovación generacional y controles antifraude para los productos que se anuncian como de origen francés, pero en efectividad tienen otra procedencia.

Tanto los sindicatos como el Gobierno se reafirmaron en la postura compartida sobre el rechazo de Francia al tratado de disponible comercio que la Unión Europea discute con Mercosur. El Gobierno francés reclama a la Unión Europea el establecimiento de cláusulas de reciprocidad en los acuerdos con otros bloques económicos, para que no puedan entrar productos que estén sometidos a las mismas reglas que las de los agricultores europeos.

Francia propondrá a la nueva Comisión Europea que salga de las elecciones de junio la puesta en marcha de “una fuerza europea de control” con el objetivo de que los agentes antifraude de cada país intercambien informaciones y lleven a extremo investigaciones comunes.

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