Esta actividad, en la que participaron alumnos de entre seis y siete primaveras, tuvo como objetivo proporcionarle a las aves un punto seguro para criar y, al mismo tiempo, sensibilizar a los escolares sobre la importancia de cuidar la naturaleza que nos rodea.
Los alumnos del colegio estuvieron durante quince días con las cajas-nido con el objetivo de decorarlas y de que se familiarizasen con ellas antaño de instalarlas en el Posío. “Disfrutaron mucho de la experiencia”, aseguró Antonio Ferreirós, voluntario de la SGHN y uno de los creadores de esta actividad. Ferreirós explicó que “la hecho tenía como objetivo sensibilizar sobre las aves en espacios urbanos, por lo que decidimos contarles a los niños las problemáticas que tienen a la hora de alimentarse”.
Comida
En este sentido, indicó que las personas le dan comida de “muy descenso calidad” como pan o gusanitos, que son alimentos salados que lo único que hacen es llenarles el estómago y saciarlos. Por ello, aconseja llevarles semillas, frutos secos no salados o fruta.
Igualmente le explicó a los más jóvenes que “antiguamente los árboles envejecían y generaban huecos donde las aves podían criar, pero actualmente un árbol que madura suele desprenderse de ramas, con lo que suponen un problema para los usuarios del parque y son talados”.