Es un club un poco fanfarrón, yo no soy así


Han transcurrido cuatro meses desde que Eden Hazard anunció su retirada, siete desde que el Auténtico Madrid despidiera al futbolista en sus redes sociales tras rematar su anuencia. El belga ha concedido una entrevista para L’Equipe donde ha hablado sobre su adiós al Auténtico Madrid: “Ahora es sencillo decirlo. Desde pequeño he sido fan de Zidane. Estaba Zidane, así que me encantaba el Auténtico Madrid. El Bernabéu, la camiseta blanca… tiene un encanto que los demás no tienen. El Auténtico Madrid es peculiar”, contesta a la cuestión de si le convenía fichar por el Auténtico Madrid.

“Incluso la forma de retar no me gustaba, si la comparas con otros clubes. Pero era mi sueño”

Sin confiscación, admite que acabó fichando por los blancos procedente del Chelsea porque era su sueño: “No soy yo. Es el club que es un poco bravucón, y yo no soy así. Incluso la forma de retar no me gustaba, si la comparas con otros clubes. Pero era mi sueño. No podía terminar mi carrera sin venir aquí”.

Hazard sabía que el club blanco siempre tiene la exigencia de vencer títulos: “Esto demuestra que el Madrid es más amplio que cualquier otra cosa. Es complicado retar allí […] Quizá necesitaba entrenar más. Asimismo tuve las lesiones equivocadas en los momentos equivocados. La operación, la placa, el chiquero. Vuelvo, me duele, me fuerzo. En la segunda temporada, me tiraba pedos por todas partes. Llega Ancelotti. Buena preparación, colección acertadamente. Pero mi cuerpo, el dolor, las lesiones…”, explica sobre su situación.

Lesiones

Sabe que las lesiones lastraron su periplo como madridista: “Perdí mi sitio, luego mi confianza, luego mis ganas. Pasé de ser duro contra tipos que me arrancaban la rodilla a levantarme de la cama, dañado. Me hubiera gustado entender por qué, pero no podía”, admite el belga.

“La familia lucha cada día, y no tengo derecho a quejarme, ni siquiera cuando no jugaba, ni siquiera cuando estaba dañado, diciendo “la vida es una mierda”. Yo no podía hacer eso. Me dolía, pero por otro banda…”, dice sobre el principio de sus lesiones.

Sin confiscación, acabó ablandándose: “Al final, usé eso como excusa, “me duele, no puedo hacerlo”. No estaba deprimido, pero ya no tenía ganas. Simplemente no tenía ni la energía ni la fuerza. El placer era mi camino, mi dirección. No tenía sentido, se había completo”.

Por ello, Hazard pide perdón al madridismo: “Me sentí triste por los aficionados del Auténtico y desilusionado por ellos. Cuando llegué, estaban llenos de esperanza. Me siento un poco como si les hubiera defraudado. Tengo ganas de decirles: “Eh, no es tropiezo mía, mi cuerpo me ha fallado. Lo intenté, pero no funcionó. Lo siento”, apostilla.

Provisiones

Asimismo ha hablado sobre la víveres, uno de los aspectos que más se le ha criticado: “No voy a opinar que estaba abusando de ello. No estaba prestando atención. Pero no iba a McDonald’s todos los días, si no no duras dieciséis primaveras como profesional”.

Eso sí, quita importancia a las críticas: “No le di ninguna importancia. Soy un bon vivant, me gusta manducar, con amigos, tomamos una copa. Me pasó el día ayer de un partido, comiendo en casa, bebiendo una botellita”. Bromea diciendo que “la dietética apesta, es inútil”… Si acertadamente matiza: “Bueno, está acertadamente si quieres retar hasta los 40. Sabía que ese no sería mi caso”.

Explica que llegó al equipo blanco con 5 kilos de sobrepeso: “Con el Chelsea acabé de terminar una temporada increíble, una de las mejores de mi carrera. Me dije: “Ahora que estoy en el Auténtico, estas son quizás las últimas asueto en las que podré…” Y me dejé resistir como me dejo cada verano”.

Y acaba: “Siete primaveras en Inglaterra, sin refrigerio en Navidad, dándolo todo, para que cuando tenga tres o cuatro semanas de asueto, “no me molestes”, barbacoas, rosado, todo eso”.

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