Pasó lo que pasó | El juego del Ourense que pierde


Antonio Nespereira ofrece su visión de lo que ha sucedido en Ourense a lo prolongado de esta semana.

El derrota en contra

La semana pasada quedaba en esta página una suerte de contienda a los dirigentes universitarios para que analizasen las dotaciones que había perdido el campus de Ourense. Algunas han caído, cierto, aunque debamos aferrarnos a la supervivencia de otras, con el fin de que el saldo sea positivo. El gimnasia de repasar qué ha perdido Ourense es cruel, pero secreto para identificarnos como sociedad. La autocomplacencia o la autocompasión solo debilitan. “Cuando creas que todo va mal, recuerda que los aviones despegan con el derrota en contra”, decía Henry Ford. La memoria apoyada en la hemeroteca deja en los últimos meses algunas acepciones interesantes para conjugar el verbo perder, deteniéndonos en la tercera persona del singular del presente de indicativo. El sujeto es Ourense; el verbo, pierde. Ya veníamos escarmentados de finales del 2022 con la pérdida de la sede de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Sintético. Los lamentos igualaron a la ilusión e interés que previamente se había evidenciado en la ciudad: o sea, cero, que representa la carencia, lo nuestro en definitiva. Perdemos población, es un clásico, pero ni eso es información ya. Dejar a espaldas es crecer cuanto aprendes o cuando caes y te levantas. Si no se remonta, a espaldas es perderlo todo.

Algunas pérdidas

En diez primaveras la provincia perdió más de 800 negocios, según una información publicada aquí en los últimos meses. Esto requiere algún matiz porque a la par que cerraban persianas, abrían negocios, sobre todo para la cartera de alguno. Por perder hasta perdió la ciudad tres millones de euros para rehabilitar la vieja prisión, asentada sobre un filón termal y en la que un iluminado prevé poner la delegación de la UNED, seguro que para matricularse él en poco. Por el mismo camino quedaron 1.500 empresas, la mayoría autónomos, que posiblemente hayan ido a una agrupación a preparar una examen, muy nuestro incluso. La demografía, otra pérdida, no se puede dejar en manos de sexagenarios, que los jóvenes se piran. En dos décadas chaparon 18 colegios y 141 aulas. Muerto Cachuli y pequeña su fogosidad a ceniza incluso, la repoblación no se puede dejar en manos de Bertín Osborne. No me lo imagino entrando por A Gudiña y saliendo por Beariz rodeado de cigüeñas a posteriori de activo hecho su berrea. 

Planes y maquetas

En el relato de las pérdidas, cómo olvidarse de la incapacidad de hacer proyectos que transciendan las maquetas de una ciudad en manos del veleta. Aquí podemos apilar en el desván lo mismo torres de ochenta pisos que 10.000 árboles que se iban a plantar en no sé dónde. Ya no digamos balnearios virtuales que le han venido de perlas a los consultores del sector, que han hecho una recreo potencial, han cobrado y se han ido. Ahora que se adjudicó la tiempo del AVE, cómo olvidarse del primer proyecto transformador que se quedó en sueño calderoniano. Para quen é o tonto vale ben a montura, decían en mi pueblo. Ese es el aserto en el Servicio de Fomento, mande allí quien mande. A la colección sumemos la pérdida de 30 millones de euros de la regalía del 2% cultural. ¿Y por qué? ¿Qué aldraxe hubo esta vez? Carencia, que no hay un solo tesina que presentar para obtener financiación pública. Es que somos la cenicienta, ya lo saben. Es lo que dice el de la Praza Maior.

No sin las anteojos

Incluso hemos yeguada. El economía sube hasta los 10.000 millones mientras la provincia perdió en cinco primaveras un tercio de las sucursales bancarias. Alguno de esos bajos tenido una nueva vida, como por ejemplo una tienda de caretas. Pero Ourense ha yeguada mucho más. Ha mejorado el indicador de la paciencia, ya no digamos la tolerancia a la tosquedad y la mediocridad política. Ourense anhelo todos los días poco: sienes plateadas, arrugas, seso, tiempo para lo importante, ponderación en el observación, estética por lo bueno, placer por una conversación interesante con quien merece la pena, un buen menú, un buen caldo. Ourense ya  puede decantarse y finiquitar a los mediocres. Como aquel octogenario que dijo: “Esa época en la que te das cuenta que puedes estar sin sexo, pero no sin anteojos”.

El portafotos

Imagen de archivo de los hermanos gemelos, Roy y Bernardo.
Imagen de archivo de los hermanos prismáticos, Roi y Bernardo.

Bernardo y Roi Deprado Lahoz son hermanos, funcionarios de la Policía Franquista que han estado señalados los últimos primaveras por el fallecimiento de un compañero, el agente Celso Blanco, hallado muerto de un disparo en la Comisaría en abril del 2016.

Los prismáticos aparecieron en varias ocasiones en los medios en una imagen icónica: pantalones blue jeans acampanados, jersei remangado hasta el codo y manos en los bolsillos, acompañados de su abogado, Neil González, en las inmediaciones de los juzgados.

Luego de ocho primaveras de investigaciones, la Audiencia da carpetazo al caso por homicidio al no encontrar evidencias. Es muy enrevesado todo este asunto, entrar en esta dicotomía entre buenos y malos, siempre tan maniquea. Todas las sospechas que tenía la investigación durante este tiempo se han vuelto inconsistentes, lo que es un alivio para los investigados y un revés para la investigación.

Bernardo y Roi son hoy dos personas a las que no se les puede imputar el vidrioso delito, lo que le proporcionará el consabido alivio. Nunca se sabe hasta qué punto es reparadora la resolución. Hasta merienda significados tiene el diccionario sobre el verbo reparar. Me bajo con este: desagraviar, satisfacer al ofendido. 

Al poner la lupa

Pegada de carteles
Pegada de carteles

La culto se ha vuelto anacrónica

En tiempos las noches de la pegada electoral tenían el estruendo de la ilusión.

A ver, nunca llegaron a tener la culto de los mecheros encendidos agitándose por encima de nuestras cabezas mientras Lennon interpretaba “Give Peace a Chance”. Pero tenían su punto. Luego la cosa derivó a desfiles con trombón que tenían menos glamur que el Teatro Chino de Manolita Chen. El refresco café y la bica, que está aún en los táperes, ayudan a combatir el relente de la medianoche. Los candidatos se suben a la escalera a pegar el cartel con la imagen de su líder como cuando ellos ponían los cromos de Cruyff en el elepé o ellas a Los Pecos para dulcificar el Latin de 2º de BUP.

La democracia citó a todos los partidos para que al menos hiciesen juntos los primeros metros de la carrera, pero hubo quien hizo pellas. Hoy la parte de debajo del parque de San Lázaro es ya un anacronismo más en una campaña eterna. Los carteles se superponen y todo parece contaminación visual.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *