Las mañanas comienzan en el específico con completos desayunos en los que no errata la panadería fresca, las tostadas, las pulgas de diferentes rellenos o una buena tortilla hecha cada mañana.
A la hora de manducar o cenar, es un buen emplazamiento donde picotear entre amigos de forma informal con su carta en la que las febras o las croquetas caseras de anca ibero, chocos o rabo de toro, se llevan los halagos de los comensales. Encima, incluso ofrecen tortilla, tablas de ibéricos, lacón asado o alitas de pollo, entre otros.
A lo abundante del día es un buen emplazamiento donde hacer un suspensión en el camino tomarse un café, refresco o caña, “que siempre acompañamos de un pincho degustación variado. Desde febras a mejillones pasando por lentejas o fabada. Y siempre en un entorno receptivo y tranquilo”.