Fuentes de la Xunta aseguran que atienden con ello las peticiones vecinales de este punto del casco urbano, disconformes con el resultado antecedente de la intervención. A finales del noviembre pasado incluso un categoría de residentes de la zona se concentrado en la confluencia de la carretera con la Rúa Carvalho Calero. Protestaban entonces contra lo que consideraban un auténtico “cementazo”, ya que el firme de baldosa fue retirado para extender una capa de hormigón.
La mayoría de los vecinos se mostraron contrarios a esa decisión, incluso lamentaron ser considerados como “veciños de terceira”, recordando que ellos asimismo pagan imouestos y percibir eventuales problemas de seguridad en el uso de este viario. Ahora la consellería toma cartas en el asunto y modificará la decisión aplicada entonces. La estrada da Granxa es uno de los viales urbanos en los que aún tiene competencia la Xunta.