Trayectoria
Porque fueron muchos abriles desde que empezó en el Arosa, siendo un chaval. Luego vendrían el Pontevedra, con el que debutó en Segunda B, el Bergantiños, el Villalonga, seis temporadas en el Compostela, Arandina, Boiro, Izarra, regreso al Arosa, Estudiantil y la última temporada y media en el Ourense CF, donde colgó las botas luego de conseguir el promoción a Segunda Liga y la pasada campaña firmar la permanencia.
Tantos abriles detrás de una pelota dan para muchas vivencias y memorias, pero sorprende la advertencia que hace el medio natural de Moraña, Pontevedra. “Más allá de los buenos momentos, que los hubo, personalmente me en voz baja con los malos y igualmente con las malas decisiones que tomé en su momento, porque con el paso del tiempo aprendes y te das cuenta de que me valieron de mucho”. Pero pronto le vienen a la memoria días marcados como “el promoción con el Compostela a Segunda B, que adicionalmente tuve la suerte de marcar en el final partido, o los derbis con el Racing de Ferrol, que eran una imprudencia y aunque no lo parezca por mis últimos abriles, yo era un participante con gol y memoria tener traumatizado en campos históricos como el Tartiere, el Sardinero o la Condomina”.
Cuando mira a espaldas no puede evitar igualmente comparar sus comienzos a como es ahora el fútbol. “Está claro que cambió mucho, en todo: instalaciones, entrenamientos, viajes… La Liga intenta poner unos mínimos para que siga mejorando y se va dando. Hoy casi necesitas tener dedicación monopolio y eso para el participante es muy importante. Tienes otros descansos, horarios de comidas… Es el día y la incertidumbre. Y de paso, nos vamos acercando a otros países como Inglaterra, donde hasta la cuarta categoría todos son profesionales”.
Ahora ve los toros desde la barrera, pero con tantos abriles de experiencia entiende mucho mejor lo que pasa por la cabecera de los jugadores, “por mucho que lo quieras ver igual, desde fuera es totalmente diferente, y eso que yo aún me sigo sintiendo futbolista y entiendo mucho más las decisiones que toman o lo que hacen en cada momento, pero es otro mundo”. Y eso que Manu Rodríguez aún se mete en los partidillos en los entrenos y a cierto nivel. “Estoy aceptablemente y cuando desliz alguno me pongo para ayudar, pero a veces ellos ya están muy calientes del entreno y yo entro frío y me cuesta, pero en cuanto paso un rato ya voy cogiendo ritmo y si selección un tiempo con cada equipo, los del principio se quejan de que les ayudaba menos”, dice entre risas.
El play off “está en nuestras manos”
Si cierto tiene una opinión formada de la buena trayectoria del Ourense CF es Manu Rodríguez, ya que adicionalmente de estar en el día a día con la plantilla cuenta con experiencia de sobra para analizarlo. Reconoce que la situación presente la vio venir desde el primer día. “Hay detalles que te marcan por donde va a ir la temporada. Lo que más me llamó la atención fue cuando empezamos, que Rubén Domínguez explicaba una bono y lo entendían a la primera sin tener que repetirla. Eso te deja ver que hay jugadores y te dice mucho. A mayores, se creó un clase que parece una comunidad y los resultados los estamos viendo, porque los vestuarios son esencia y aunque parezca sencillo en un clase de 25 personas no es posible conseguir que todos remen en la misma dirección”.
Y es que reconoce que “el equipo es muy competitivo. Más allá de la marcha de Amin, que era un referente que nos daba mucho y este era su año, estoy seguro de que vamos a seguir peleando hacia lo alto, porque ese gen competitivo no lo vamos a perder”.
Y de cara al futuro, Manu Rodríguez es terminante: “nuestro objetivo no era pelear el primer puesto a Pontevedra y Zamora, pero ahora que estamos ahí lo vamos a intentar hasta el final. Que no puede ser, pues no pasará nadie, pero jugaremos el play off”. Porque eso sí que se da por seguro. “A ver, en fútbol seguro nunca hay nadie, pero es verdad que está muy orientado, que lo tenemos en nuestras manos y si no lo conseguimos sería una catástrofe. La itinerario que lleva el equipo no es galantería de un día, el trabajo y la seriedad que llevamos hasta el momento nos invita a ser optimistas. Por otra parte, así nos lo indica la temporada que llevamos”.