El lehendakari denuncia una estrategia del “socialismo vasco radical” para utilizar un “buen” discurso pero activar las protestas contra el PNV
El lehendakari Urkullu ha evitado aclarar hoy en Radio Euskadi el contenido de su comunicación con Arnaldo Otegi en una semana intensa en la que inició el curso político en San Sebastián, reactivó su propuesta de “convención constitucional”, habló por teléfono con Feijo y se reunió con el resto de la dirección del PNV el pasado viernes en Zarautz. Urkullu ha enmarcado esta vía de contacto con Otegi en la conveniencia del “diálogo” con todos los representantes políticos y ha recordado que invitó a la parlamentaria de Vox Amaia Martínez a una ronda de reuniones con los portavoces parlamentarios.
El lehendakari afronta con “ilusion” el último curso de su tercera legislatura sin desvelar cuándo se celebrarán las elecciones ni si será, de nuevo, candidato del PNV. De momento, Urkullu no descarta ahora que las elecciones vascas se celebren el 9 de junio de 2024 junto a las europeas, ya que comienza un “curso” de 9 meses que coincide con la fecha ya marcada.
Pero el Lehendakari sí quiso destacar su “plena confianza” en el liderazgo del PNV que lidera Andoni Ortuzar y en su “capacidad para superar” el bajón electoral sufrido en las elecciones locales de mayo y en las generales del 23 de julio. que Urkullu enmarca en una estrategia llevada a cabo en paralelo por EH Bildu, por un lado, y por el sindicato ELA, por otro. Según el Lehendakari, el “socialismo vasco radical” mantiene un “buen discurso” en el Parlamento Vasco pero “activa” organizaciones similares para “acosar” y “desgastar” al Gobierno vasco en las calles.
El lehendakari ha alertado del aumento de las protestas, presuntamente dirigidas desde EH Bildu, desde el 1 de enero de 2023 por “comarcas y municipios” dentro de esa estrategia contra la gestión del PNV en las instituciones que lidera. Pero, además, el sindicato nacionalista ELA también alimentaría este conflicto social ejercido como “contrapoder” con la convocatoria de “huelgas preventivas”.
El Lehendakari sostiene que su propuesta de “convención constitucional” no implica modificar la Constitución española sino abrir un proceso de debate en las Cortes Generales. Su iniciativa podría activarse como una propuesta aprobada en el Congreso para que fuera el Gobierno de España quien la activara y en ella participarían desde los actuales diputados y senadores hasta quienes participaron en la aprobación de la Carta Magna. El Lehendakari ha venido a poner como ejemplo el Informe de Autogobierno del Parlamento Vasco, foro encargado de aprobar una reforma del Estatuto de Gernika que, de momento, guarda en un cajón el proyecto de ‘nuevo estatus’ que acordó inicialmente el PNV con EH Bildu.