Se prostitución de un restaurante que destaca de forma sobresaliente por la calidad de sus pescados y la delicadeza con la que los trabaja, aunque no es su única distintivo. Marisco, empanadas, cocidos y platos de cuchara… a la carta o en el menú del día, elaborados con el mismo mimo los platos de una y otro.
Pues por otra parte de todo eso, otro de sus productos que ya ha adquirido el carácter de distintivo de temporada son los calçots. No hace desidia delirar hasta Cataluña para disfrutar de ellos. Los prepara, como es menester, a la parrilla y acompañados de una salsa romesco que prepara previamente con las almendras, avellanas, tomate, ajo, óleo… en fin con todos los ingredientes que la convierten en una de las salsas más ricas y saludables.
Hasta adecuadamente innovador abril hay calçots en este agradable restaurante que cuenta por otra parte con una adecuadamente surtida carta de vinos, en la que están representadas todas las denominaciones gallegas y las clásicas españolas.
Como entrada vegetal, puede anexar otros productos de temporada que Moncho Hermida prepara a diario, coruxo al horno, lubina a la sal, el peixe sapo al ajillo con patatas panadera… todo ello con una muy ajustada relación entre calidad y precio.
Un restaurante muy recomendable y un clásico de la cocina del mar.