González habla de la alta edad promedio de los desplazados: “Por lo general son pacientes emigrados que regresan varios meses a ver la provincia para ver a sus familiares y ver sus propiedades. Marcharon en los años 60, por lo que ahora tienen entre 60 y 70 años. La mayoría son jubilados, aunque también vienen los fillos, más nuevos”. Este verano, el número de visitantes disminuyó en julio respecto a años anteriores: “No en el mes de agosto hubo los mismos pacientes que verán otros, pero fue menos iso de lo que apreciamos en la zona de Taboadela, Xunqueira de Ambía y Allariz”.
En el centro de salud de Xunqueira también se nota el paso del Camino de Santiago: “A su paso por aquí hacia la Vía da Plata, cada semana atendemos a algún peregrino por problemas, dolor o algún tipo de infección”.
La llegada de desplazados se traduce en un mayor seguimiento de los pacientes crónicos. “Enfermería hace más controles de anticoagulación, coloca más inyectables crónicos, cura heridas o úlceras…”, detalla González. Por su parte, la consulta médica se asocia al verano: “Sobre todo, patología propia de esta época, como quemaduras, infecciones, diarreas…”.