En una primera valoración urgente, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) confirma que la DANA del pasado fin de semana ha resultado generalmente beneficioso para el campo valenciano, aunque ha provocado Daños localizados a la infraestructura agrícola., especialmente en caminos rurales, que impiden la entrada a los campos, así como en campos de almendros pendientes de recolección. La principal zona afectada es el término castellonense de Borriol, donde el 80% de la cosecha de almendra corresponde a la variedad ‘Marcona’, que aún no había sido recolectada. Las persistentes lluvias —189 litros en dos horas— provocaron un caída general de fruta de los árboles, que también fue arrastrada por el agua.
A pesar de estos daños, en términos generales, las lluvias han tenido efectos positivos en la Comunidad Valenciana, ya que contribuyen a aumentar el tamaño de los frutos, limpiar los árboles, ahorrar en riego y recargar embalses y acuíferos tras un año marcado por la sequía. Sin embargo, estas lluvias han sido insuficientes en comarcas del interior como Utiel-Requena, que se ven gravemente afectadas por la falta de agua.
En el caso del petróleo, las lluvias llegan demasiado tarde y, aunque puedan mejorar el rendimiento del cultivo, no podrán evitar el encarecimiento de la producción de olivar de esta campaña. En cuanto al cultivo de arroz, a nivel global si las lluvias no persisten en los próximos días no debería suponer un problema para la inminente cosecha. Sin embargo, Los productores de arroz están sacando el agua de sus parcelas. para evitar problemas de hongos en el cultivo. En ganadería, en términos generales, estas lluvias contribuirán a mejorar los pastos y en consecuencia reducirán el costo de la alimentación animal.
Por otro lado, entre las infraestructuras agrarias afectadas, además de los accesos a las parcelas, se han producido daños a paredes y vallas. En este sentido, AVA-ASAJA pide a las administraciones que se encarguen urgentemente de reparar los caminos rurales afectados por la DANA, ya que impiden el acceso de los agricultores a sus explotaciones. La organización agrícola también pide medidas fiscales específicas para aliviar las pérdidas económicas de los agricultores que han sufrido daños en sus explotaciones.
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