La facultativa pone en valencia el sobreesfuerzo del servicio (la plantilla pasó de 16 a 9 profesionales en los últimos meses), así como del resto de sanitarios. “Si tuviésemos menos carga de trabajo, realizaríamos más trasplantes y las cifras serían incluso mejores”, asegura.
Avances técnicos
Las nuevas técnicas y los avances quirúrgicos han supuesto un cambio radical, tanto en la intervención como en la posterior recuperación del paciente. “La córnea tiene varias capas, antaño se trasplantaba en coalición, con todas las capas, pero ahora, con los avances se puede trasplantar solo una capa, lo que disminuye las complicaciones y perfeccionamiento la rehabilitación”, destaca la oftalmóloga. La cirugía de la córnea al completo suponía hasta 16 puntos de sutura en el ojo, que se retiraban al año o año y medio: “Pero ahora se puede introducir solo la capa que se necesita y se pega con un gas, ni siquiera hay puntos”.
Los avances logrados todavía han favorecido el aumento de los trasplantes. “Estamos diagnosticando más y trasplantando más, no porque haya más patologías, sino por las mejoras en las técnicas”, apunta la facultativa.
Jóvenes
El perfil de los pacientes que precisan un trasplante de córnea es amplio: desde jóvenes hasta personas de época descubierta. Esta misma semana, Mira y su compañera Betty Lorente realizaron un trasplante lamelar (de solo una capa) a un imberbe de 19 primaveras. “Entre los pacientes jóvenes, la patología más frecuente es el queratocono, que se produce por un frotamiento crónico de los luceros, lo que deforma la estructura de la córnea y provoca astigmatismo”, apunta. El herpes visual y las enfermedades hereditarias son otros de los principales motivos de un trasplante.
“El trabajo que están realizando desde la Coordinadora es fundamental”
La oftalmóloga María Mira palabra del importante papel de la Coordinadora de Trasplantes del CHUO, que desde hace primaveras trabaja en impulsar las donaciones entre los pacientes. “Todos los médicos tienen el teléfono de la Coordinadora apto para clamar a los compañeros y ver si el paciente puede ser apto para la donación. Su trabajo es fundamental”, explica. Los facultativos de la dispositivo se encargan de realizar la valoración, así como de conversar con las familias. “Además se han realizado muchas charlas con compañeros para que la parentela esté irresoluto de la donación de córnea y lo tenga en cuenta con sus pacientes. Por ejemplo, muchos médicos todavía no saben que un paciente oncológico sí que puede donar las córneas”, señala Mira.
Si la grupo de la persona fallecida decide iniciar el procedimiento, se realiza la ascendencia de la córnea y posteriormente se analiza para ver si es apta. “Se envía al tira de tejidos a A Coruña y allí las analizan. Se ve si tiene alguna cicatriz, alguna cirugía previa, ven el número de células… y si son válidas, entonces ya nos la ofrecen para realizar un trasplante”, apunta la facultativa. En ese momento, el servicio de Oftalmología del CHUO se pone en contacto con los pacientes en retraso para cobrar un trasplante. “Aunque cada vez realizamos más, tenemos inventario de retraso, porque todavía estamos diagnosticando mucho más que antaño”, explica María Mira.n