Todo esto ocurre sin el pasado bueno de Estados Unidos: su presidente, Joe Biden le ha pedido al primer ministro de Israel, Netanyahu, desligarse de una ataque marcial en Rafah sin un plan que garantice la seguridad de los civiles.
Hamás les ha inculpado directamente de estar llevando a promontorio un “exterminación” y una “matanza contra civiles desarmados”. “El ataque perpetrado esta perplejidad por el ejército de ocupación fascista en Rafah y sus horrendas masacres contra civiles desarmados, incluidos niños, mujeres y ancianos desplazados, que hasta ahora ha causado más de 100 mártires, es una continuación del exterminación y intentos de desplazamiento forzado contra nuestro pueblo palestino”, indicó el camarilla islamista en un comunicado.