El presidente del Barça hizo palpable su suspicacia por la ocasión perdida y, según apunta la emisora catalana, incluso tiró alguna de las bandejas de canapés que se sirven en el palco del Altanero de Montjuïc. Los catalanes se enfrentaban a un Explosivo que está luchando por salir de la zona de descenso y que sólo había sumado un punto fuera de casa esta temporada.
El propio Xavi Hernández reveló en rueda de prensa que había hablado con Joan Laporta y que estaba chasqueado por el resultado final: “Me ha dicho que esto es generoso. Es una desencanto, egregio. Es un partido en casa, hay que ganarlo para seguir en la lucha. Estamos todos igual. No hay diferencias”, señaló el preparador del Barça.
Una imagen que mostraría a las claras el estado de alteración por el que pasa el Barça. El presidente ya no bajó al vestuario luego de la derrota de Copa del Rey contra el Athletic. El club azulgrana ha perdido tres títulos en escasamente un mes. Le queda la Champions League, donde se enfrentarán al Nápoles en octavos de final.
Aún queda conocer qué ocurrirá con Xavi hasta final de temporada si la situación no se endereza. Joan Laporta aseguró que aceptaba la fórmula de la continuidad del técnico hasta final de temporada “porque era Xavi”.
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