Cuando el arte denuncia el acoso callejero en Ourense



El arte puede convertirse en una aparejo perfecta para la denuncia social. “Es una guisa muy visual de trasmitir mensajes, flama mucho la atención, nos dice cosas que se nos quedan interiormente”, defiende Helena da Costa, alumna de final curso de Educación Social del Campus de Ourense. Por eso decidió hacer un fanzine primoroso para el tesina de su asignatura de Intervención socioeducativa en la sexualidad. “Quería combinar humanidades con fotografías para cuchichear de la violencia contra las mujeres y el acoso callejero”, explica. 

A partir de testimonios reales de su entorno, Da Costa comenzó a elaborar un carta del acoso en la ciudad. Cada historia es una metáfora visual: “Hay un pequeño texto que acompaña a la imagen del empleo, en donde coloqué un pequeño altar, como los que hay en las carreteras, donde hubo un desnivel y algún falleció. Esos altares son un memoria de la persona que murió, pero todavía una advertencia de que son lugares peligrosos, donde pueden acaecer cosas”.

Entre las páginas del fanzine aparecen imágenes de calles de los Vinos, de parques, de paradas de autobús o de portales de edificios. Las historias son breves, pero contundentes. “Estaba esperando al bus y un hombre se bajó del coche e intentó meterme interiormente, nadie reaccionó”, relata una de las voces anónimas.  “Solo lo estaba acompañando a orinar porque éramos amigos”, dice otra. 

La difusión

Una vez que presentó el trabajo en clase, Da Costa decidió compartirlo en sus redes sociales, y sucedió poco que en ilimitado se esperaba. “Tuvo un admisión suficiente bueno, la familia quería tener uno, así que vendí varias copias”, comenta. Mostrar el fanzine en internet permitió que llegase a muchos kilómetros de distancia de Ourense: “Hay seguidores que me hablaron desde fuera de Galicia e incluso de fuera de España, desde México por ejemplo. La verdad que estoy muy contenta y quizás vuelva a hacer otra tanda de copias más delante”. 

Da Costa es autodidacta tanto en toma de fotografías como en estampación de imágenes y maquetación, pero siempre ha disfrutado del arte. Este fue su primer fanzine, y quizás vengan otros: “Por ahora no tengo una idea para hacer otro, pero sí que me pareció una experiencia muy interesante y una forma muy buena de utilizar fotografía y humanidades para trasmitir un mensaje”.

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