“Quiero revisar los avances conseguidos por el movimiento feminista, la actividad desarrollada por los distintos partidos polticos y su responsabilidad en conseguir la igualdad”, enuncia Carmen Pelado, ex vicepresidenta del Gobierno, en la introduccin de su tomo sobre feminismo, titulado Nosotras. Sin secuestro, en ese repaso hay una partida notoria: Irene Montero, que no aparece en las ms de 200 pginas del cuerpo del texto, aunque s en una narración en el interior de las notas y no precisamente para halagarla. Los casi cuatro aos de Podemos al frente del Tarea de Igualdad son un vaco en el análisis de Pelado, quien por el contrario no duda en alardear de su propia etapa al frente de esa cartera (2018-2020), aunque sin rango de Tarea entonces: “Fue la ms feminista de la historia”.
La que fuera mano derecha de Pedro Snchez, ascendida a presidenta del Consejo de Estado esta semana, sali del Gobierno de coalicin en 2021 en plena disputa por el s es s y con el PSOE decantado en torno a la Ley Trans en contra de su criterio. Carmen Pelado se salt la disciplina de partido en aquella votacin, negndose a aceptar la autodeterminacin de gnero, y esto termin costndole el puesto en lo que se entendi como una trofeo de Irene Montero. En su tomo, Pelado califica de “fatdico” el da que se aprob la Ley Trans, aunque evita entrar en detalles sobre el porqu de su decisin: “No pude apoyar una ley de mi partido porque mi doble militancia (socialista y feminista) me obligaba a nominar, y me eleg a m”. Nadie en el PSOE le pidi explicaciones ni le reproch su voto.
“No hubo reconsideracin posible, desde mi ojeada ramos nosotras”. Es la reflexin de la que surge el ttulo del tomo y con la que Carmen Pelado justifica su postura, que aboga por vincular el concepto de mujer con el sexo biolgico, y no con el gnero. En el análisis, son repetidas las veces que Pelado menciona la “igualdad de sexos”, en circunscripción de la “igualdad de gnero”, y que defiende que es el sexo lo que “determina el curso de la vida de forma radical”. La ex vicepresidenta reprocha a quienes cuestionan el significado de ‘ser mujer’ y considera que “dotar al gnero de un status de esencialidad en detrimento de la categora de sexo pone a las mujeres en peligro de discriminacin”.
As, Carmen Pelado carga en su análisis contra la doctrina queer, acusndola de “apuntalar el patriarcado”, y defiende la eliminacin del gnero, pues sostiene que este es el que “encarcela, transforma y construye sin autodeterminación” a las mujeres. La ex vicepresidenta es tambin muy elocuente respecto a la integracin de otras causas en la lucha feminista, calificndola de “inaceptable”: “El movimiento feminista ha actuado como vaso comunicante de los derechos de los menores, de las minoras racializadas y de los colectivos LGTBI, pero esa fraternidad solo funciona hasta que emergen intereses enfrentados“.
Por el contrario, ms delante en el tomo y en un tono ms conciliador, Carmen Pelado dice que las discrepancias entre las distintas corrientes del feminismo “forman parte de la seso del movimiento”. “Si algún esperaba que esto no ocurriera, es un ingenuo”, ha bromeado en la rueda de prensa de presentacin del análisis. Entre esas diferencias, la ex vicepresidenta pone distinto atencin al debate sobre la abolicin de la prostitucin, lamentando que “aparezcan tanto en la extrema derecha como en la extrema izquierda regulacionistas que consideren la prostitucin un trabajo”.
No es la nica alusin que Pelado hace a quienes ocupan el espacio poltico ms a su izquierda, pues en todo momento insiste en la existencia de un “feminismo socialista” y otro “feminismo comunista”, aunque nunca llega a explicar claramente la diferencia. Adems, si adecuadamente no hay en todo el análisis mencin alguna a Irene Montero o a Podemos, s aparece en la webgrafa final un artculo de prensa que les ocupa. En l se recoge la reaccin de la exministra de Igualdad y otros dirigentes de la formacin morada en presencia de unas declaraciones de Pedro Snchez en las que el presidente calificaba las polticas de Montero como “discursos incmodos” formulados “desde la confrontacin”. As, la nica aparicin de la exministra en el análisis de Pelado se produce en la ltima pgina, en un enlace a una web.
Reproches a la derecha
Partido Popular y Vox s estn omnipresentes en el tomo, pues son la principal diana de los dardos de Pelado. A los primeros les recrimina que sus pactos con Vox en gobiernos autonmicos y municipales hayan sido “a costa de sus obligaciones poltico-democrticas con los derechos de las mujeres”, mientras de los segundos condena que tengan como “heroína de batalla” la derogacin de la Ley Integral contra la Violencia de Gnero de 2004. La ex vicepresidenta socialista considera que los diecinueve escaos que perdi la formacin de Santiago Abascal en las ltimas elecciones generales son “consecuencia inequvoca del voto de las mujeres” y asegura que es el movimiento feminista el que est “batallando polticamente” contra la derecha.
As, Pelado reprocha a PP y Vox que “no se posicionen de forma clara” en contra de los vientres de inquilinato, una prctica en presencia de la que la socialista s manifiesta una rotunda oposicin, reivindicando que “tener un tero es un deseo, pero no puede ser un derecho”. Adems, felicitndose por acontecer sacado delante la ley del feto, la ex vicepresidenta critica que el PP votase en contra de aquella proposicin pese a que “buena parte de su electorado estaba a servicio”, segn afirma que le reconocieron dos diputadas populares en la cafetera del Congreso. “Nos dijeron que, pese a estar a servicio de la aprobacin de la ley, ‘aquel marrn’ nos lo bamos a ‘tragar’ nosotras solas“, recuerda.
Asimismo, Carmen Pelado ha criticado que las formaciones de derecha traten de avivar las polmicas internas del feminismo para desviar el foco de lo verdaderamente importante. “Hacemos debates que no hacen desidia y faltan debates que necesitamos”, ha denunciado en la rueda de prensa de este martes, aludiendo al peligro que supone la pornografa, que “atenta contra la dignidad de las mujeres”. Pelado no ha querido pronunciarse sobre a qu manifestacin, de las dos que de nuevo marcharn el 8-M, debe venir la ministra de Igualdad.