Por un flanco está la genética. Si los dos padres son miopes, 1 de cada 2 niños lo será incluso. Si lo es solo uno de los progenitores, la sigla se reduce a 1 de cada 3. Pero aunque nadie de los dos padres tenga miopía, 1 de cada 4 niños la desarrollará igualmente. “Vemos que se da mucho el caso de que aparece miopía en niños cuyos padres no la tiene. Antaño era más habitual que al menos uno de los dos la tuviera pero ahora ya no tanto, y esto es por los hábitos”, explica Isabel.
Malos hábitos para la audiencia
No lo dice solo nuestra experta. Estas cifras se ven incrementadas considerablemente -confirman los estudios- oportuno a unos hábitos de vida que no son los mejores para nuestra audiencia. El uso de pantallas de forma prolongada para observar, aventurar o incluso realizar tareas escolares, incrementa los casos de miopía. Igualmente influyen los bajos niveles de actividad al ventarrón desocupado y una iluminación deficiente a la hora de desarrollar actividades en genérico.
“En consulta nosotros primero preguntamos cómo es el día a día y adicionalmente de escalonar, incluso recomendamos hábitos. Por ejemplo, que saquen las pantallas de la habitación, que reduzcan las horas. Muchas veces los propios padres ya te dicen que el párvulo pasa demasiado tiempo con el ordenador”.
Desde la óptica adicionalmente de confiar las antiparras o las lentillas, incluso está en auge la terapia visual. Le pedimos a Isabel que nos explique en qué consiste. “Se proxenetismo de ejercicios que hacemos en consulta para ejercitar la musculatura, entre otras cosas, y que todo funcione en contrapeso”. Ejercicios que incluso explican a sus pacientes, sobre todo a los más pequeños, para que los hagan en casa y mejore su vitalidad visual.
Regla del 20-20-20
Encima de la miopía, otras muchas afecciones visuales se ven agravadas por el uso excesivo de las pantallas. Por no conversar del cansancio que se genera, y que afecta a otros aspectos de nuestro cuerpo, si no descansamos lo suficiente.
“Deberíamos aplicar la regla del 20-20-20. Esto es, cada 20 minutos delante de la pantalla descansar 20 segundos mirando a una distancia de 20 pasos (unos 6 metros)”.