Pero la gran mayoría vienen de Portugal porque allí no están prohibidas. Y muchos delincuentes se han movido al país vecino. “Aquí clandestinamente, pero es que allí en Portugal a plena luz del día, sin ningún disimulo. Dando dos pasos, cruzando la frontera deja de ser ilegal a poco absolutamente común. Es el gran problema que nos estamos encontrando”, asegura Fernando con preocupación.
Las narcolanchas son ‘monstruos marinos’
En nuestro país, estas embarcaciones son ilegales desde el año 2018. “Solamente en España están declaradas como artículos prohibido. En cualquier otros país se pueden confeccionar”, afirma Iñaki Rigueiro, subdirector adjunto operaciones Vigilancia Aduanera.
Localizamos un taller clandestino de narcolanchas
Localizamos uno de esos talleres clandestinos en Vila Nova de Cerveira, encajado en la frontera con Portugal. Vemos que la puerta está forzada. Esta nave fue escena de una operación policial en abril del año pasado. Aquí los agentes portugueses interceptaron ocho embarcaciones a tres españoles, sospechaban que eran para transportar droga. Preguntamos a los vecinos de la zona. Tan pronto como viven en esta villa portuguesa 1400 habitantes. Nadie quiere balbucir del tema. Dicen que nadie sabía lo que pasaba.
Narcolanchas sofisticadas, las mafias las equipan con antenas, tecnología puntera, todo para detectar la presencia de los agentes. “Uno de los principales países que suministra los motores suele ser Holanda“, añade Rigueiro.
Hasta hace poco, hasta 2021, la Policía Civil las usaba. Ahora está prohibido. Una instrucción de la Policía Civil no permite ahora su uso porque considera que no reúnen las suficientes medidas de seguridad . Antiguamente, las lanchas incautadas se podían utilizar contra el narcotráfico tras solicitar permiso al togado. De esta forma los guardias civiles conseguían estar en el mar en mismas condiciones que los narcos.