El expresidente de la Generalitat huido a Bruselas, Carles Puigdemont, sostiene que una hipotética negociación con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez abordarse en términos históricos. “Este no es un parche para frenar a la derecha. Si hay un acuerdo, tiene que ser histórico, un compromiso histórico como el que ningún régimen o gobierno ha intentado desde 1714″, explicó Puigdemont en una conferencia desde Bruselas.
La comparecencia de hoy se anunciaba como el momento en el que Junts plantearía el “marco” de la negociación, y de hecho así ha sido, aunque el expresidente catalán ha ido mucho más allá. Puigdemont ha fijado tanto los objetivos que busca en este acuerdo histórico, como las condiciones para empezar a hablar, en unos términos que expresan con toda su dureza el momento histórico y político que atraviesa España. O el PSOE acepta hablar de todo con “un partido que no renuncie al unilateralismo” -ha recordado- o habrá repetición electoral.
Antes de eso, ha preparado el terreno de juego para empezar a hablar. De entrada, ha puesto sobre la mesa la necesidad previa de aprobar una ley de amnistía, así como el abandono total y efectivo del proceso judicial contra el independentismo: «El 1 de octubre no fue un crimen.ni la declaración unilateral, ni las protestas contra la sentencia».
Además, explicó, un requisito previo es la “creación de una mecanismo de verificación y seguimiento de los acuerdos que los garantizan. Del mismo modo, el reconocimiento del catalán como lengua oficial de la UE. También, ha explicado, que el único límite de lo que se puede hablar »son los tratados europeos e internacionales de derechos humanos”. “Hay que crear las condiciones previas que permitan un proceso de negociación. Si no se cumplen esas condiciones, esa negociación no se producirá”, afirmó el dirigente de Junts.
Más allá de las condiciones para empezar a sentarse, Puigdemont fijó sus objetivos, empezando por que “sólo un referéndum pactado podría sustituir al Mandato del 1 de octubre. “Aunque decisivo, Junts sólo tiene siete diputados en el Congreso -fueron quintos en las últimas elecciones generales en Cataluña-, algo que no impide a Puigdemont atreverse a proponer un procés que, según ha explicado, , debería conducir a un acuerdo histórico.
La comparecencia de Puigdemont se produce tras la reunión que mantuvo ayer con la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz, un encuentro que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha calificado de “inaudito” y “anomalía democrática”. A entender del líder popular, si el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, no le autorizó expresamente para esa reunión en Bruselas debería destituirla.
“Si no despiden a Yolanda Díaz, el señor Sánchez es un cómplice necesario de este bochorno que hemos vivido como españoles y como europeos”, declaró Feijóo en una entrevista en la cadena Cope recogida por Ep.
Por su parte, el primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha vuelto a encuadrar las negociaciones para una investidura del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, con los independentistas en el escenario constitucional y ha advertido: “Nada “Lo que sale del marco de la Constitución tiene un camino”. Lo ha dicho este martes en una entrevista en TV3 después de que el presidente de la Generalitat y líder de ERC, Pere Aragonès, haya insistido en una amnistía y un referéndum y el mismo día que El expresident y eurodiputado Carles Puigdemont expuso las exigencias de Juntos en una conferencia en Bruselas.
(EN EXTENSIÓN)