Sería una trofeo de muchos quilates, porque aunque de puertas fuera nadie lo dice, es sabido que dejaría al equipo con 36 puntos, a descuido de 14 partidos para finalizar el campeonato, lo que significaría cambiar de objetivo, ya que tendrían pie y medio puesto en el de la salvación. Porque la matemática, aunque en el fútbol se cumple menos, no engaña y un conjunto con la trayectoria y número de los ourensanos no iba a tirar por la borde en esas jornadas pendientes el trabajo realizado. Y en el peor de los casos, con tres o cuatro victorias más le llegaría para seguir otra temporada más en Primera Tratado. Por eso la importancia del choque de hoy, más que nadie para permitirles seguir soñando. Aunque igualmente teniendo claro que en esta confederación, y muestras de ello se han gastado muchas, no hay enemigo pequeño y el que piense que puede ser sencillo derrotar a un filial que siempre se le presupone menos sazón y destreza verá en Espiñedo que estaba inexacto y que siquiera es muy habitual cobrar dos partidos seguidos, y más en tu casa.
De lo que puede observar el simpatizante esta tarde avisó el técnico Javi Rey: “Que nadie espere que va a ver un partido delante un filial de toque porque no será así. Osasuna Promesas es un equipo muy físico y trabajado, que utiliza un maniquí de fútbol directo y que va proporcionadamente en los duelos directos”. Pero si poco ha demostrado el cuadro verde es que igualmente se sabe adaptar a la perfección a todo tipo de situaciones que le plantean sus rivales y unas cuantas muestras de ello ya han poliedro a lo desprendido de la confederación.
En el aspecto deportivo siquiera hay novedades, porque ya se sabe que cuando todo va proporcionadamente, ni siquiera aparecen problemas. Los dos únicas bajas son las habituales de Adrián Cruz, que podría retornar en el mes de marzo y Marquitos, que ya entrena aunque en solitario y que en un par de semanas podría despuntar a entrar en convocatorias. Y las mismas dos dudas que la pasada semana que al final decidieron no forzar. Pol Bueso, que tenía molestias en un parejo, empezó a entrenar aunque lo hizo a último ritmo que el plantel. Y el cancerbero Diego García, que padeció una micro rotura que le tuvo apartado los dos últimos partidos, ya entrenó con normalidad y esta tarde podría retornar al merienda titular si el técnico Javi Rey lo estima oportuno. El resto todos disponibles.
Enfrente un Osasuna Promesas que entrena Santi Castillejo, que cumple su sexta temporada al frente del equipo rojillo y que llega situado en el puesto 12 con 29 puntos. Un equipo nuevo, aunque igualmente con jugadores que ya no pueden fraternizar con el primer equipo por suceder de la perduración que lo permite. Destacan su tridente ofensivo con dos jugadores con mucha calidad como Unai Buján o Ander Yoldi y el punta ex del Deportivo Max Svensson, que le ofrece mucho trabajo y presión sobre los equipos rivales.