Los hechos se remontan a mayo de 2020, cuando la pupila se encontraba jugando en casa y se peleó con su hermano. En ese momento, el padre la arrojó contra la horma, provocándole así lesiones graves en la cabecera.
La pupila fue trasladada al hospital, pero murió solo dos días posteriormente. En un primer momento, el hombre aseguró que salió de casa esa mañana y al retornar encontró a la pupila vomitando porque se había caído por las escaleras.
Sin incautación, la necropsia reveló que la pupila había muerto de una musculoso fractura en la cabecera compatible con un empujón contra una superficie dura como una horma.
El hombre, originario de Afganistán, llegó al Reino Unido en enero de 2016. Al año futuro adoptó a la pupila posteriormente de que sus padres fallecieran y nadie pudiera cuidarla. El hombre tenía ya otro hijo con su pareja, la cual incluso ha sido condenada por no proteger a la beocio.
Según informa la BBC, la esposa del condenado incluso había sido maltratada en varias ocasiones, aunque no le había denunciado.
El togado entiende que la principio podría activo llamado a los servicios de emergencias cuando el padre agredió a la pupila. Sin incautación, la mujer decidió irse al supermercado.
“Si había alguna esperanza de salvarla, tus acciones hicieron que fuera menos probable que sobreviviera”, explica el togado.
Durante los exámenes, los médicos encontraron evidencia de lesiones más antiguas en el cuerpo de la beocio que incluían una fractura de cráneo y una fractura en curación en el bienhechor y el omóplato. La mujer está condenada a dos primaveras de prisión y el hombre a prisión perpetua por la asesinato de la beocio de dos primaveras.