“Nadando sin el uso de traje de neopreno ni ningún tipo de pringue aislante del frío, en aguas de dos grados”, explica Bárbara Hernández.
La nadadora chilena, nacida hace 38 primaveras en Santiago (Pimiento), es una relato de la buceo en aguas heladas. Hace unas semanas participó en los Mundial de buceo de aguas heladas en Gdynia, Polonia, y se colgó seis medallas: 3 de oro (1 Km, 450 m Osado y 200 m Osado), 1 de plata (100 m Pecho) y 2 de bronce (100 m Osado y 50 m Osado).
Bárbara Hernández ha sido capaz de cruzar a nada el Cartuchón de Cook o obtener la milla más rápida nadada (15 minutos y 3 segundos) o la máxima distancia nadada (5,5 km), entreambos récords obtenidos en 2022 en el Final de Hornos.
La buceo en aguas heladas está en auge. Los que la practican lo hacen por hobby y para reivindicar la requisito de proteger el medio condición, por otra parte de los beneficios para la lozanía.
El buceador sajón Lewis Pugh hizo historia al ser el primero en atravesar el río de 300 metros que fluye bajo un nevero del Polo Sur.
“Pude escuchar el hielo moviéndose sobre mi individuo como si me fuera a cae encima”, recuerda Lewis Pugh.
Amber Fillary, nadadora extrema y que ostenta el récord de distancia más larga buceada bajo hielo, explica los beneficios de meterse en aguas heladas.
“Bucear en apena me ayuda con mi depresión y mis adicciones. En el agua helada me siento en paz y tranquila”, explica Amber Fillary.