El dato surge de un informe que la ONG yo educo ha presentado este martes donde todas las comunidades autónomas denuncian las deficiencias de la financiación pública para niños desfavorecidos socioeconómicamente. Estas becas públicas sólo llegan al 50% de los niños que las necesitan: cerca de un millón de menores las reciben, pero otro millón queda fuera del sistema. ¿Por qué hay tantos en esta situación?
“Es una mezcla de razones”, responde. Pilar Orenes, director general de Educo. “O las comunidades autónomas no tienen presupuesto suficiente para atender a todos, o están asociadas a criterios ligados a un umbral que no coincide con el umbral de pobreza, o dan ayudas que no cubren toda la alimentación, o exigen trámites que no son fáciles de llevar a cabo”.
La importancia del comedor escolar, explica Orenes, radica en que “no sólo asegura una comida saludable al día a los niños que no la tienen garantizada en casa, sino que también es un espacio donde interactúan con los demás, aprenden resolver conflictos y desarrollar habilidades”. “Además, el niño que se queda en el comedor tiene más probabilidades de quedarse para realizar actividades extraescolares por la tarde, lo que mejora el aprendizaje y reduce las posibilidades de ausentismo escolar”.
Disparidad de criterios entre comunidades autónomas
El informe denuncia una gran disparidad de criterios entre comunidades autónomas. Para empezar, cada comunidad utiliza fórmulas diferentes para definir la población infantil que puede beneficiarse de las becas y algunas requieren unos ingresos muy bajos para recibir las ayudas y otras no tanto.
La situación varía mucho según los territorios. En el comunidad de madrid, una familia formada por dos adultos y dos niños tiene que ganar menos de 12.000 euros al año para poder optar al 80% de la beca. En Cataluña, podrás recibir el 100% de la ayuda con unos ingresos familiares de hasta 14.321 euros. En Extremadura se puede solicitar con 15.329 euros, mientras que en Galicia llega a 28.000. si en Castilla la Mancha la renta máxima es de 6.717 euros, en Castilla y León alcanza hasta los 15.039 euros.
Esto genera grandes desigualdades porque, con los mismos ingresos familiares, un niño puede o no disfrutar de ayudas para el comedor dependiendo del territorio donde vivió. Por ello, Educo pide unificar y marcar un mismo indicador en todas las CCAA: el umbral de pobreza que establece el INE, que es de 20.023 euros al año -o 1.668 euros al mes- para una familia de cuatro miembros.
Por otro lado, Educo ha detectado que existen cinco comunidades –Baleares, CantabriaMadridLa Rioja y Navarra– Que nunca otorguen el 100% de la beca, lo que supondrá gratuidad total para el beneficiario. En Madrid, por ejemplo, la familia asistida tiene que pagar un euro diario por niño, lo que supone 20 euros al mes. “Estos 20 euros pueden significar mucho para una familia que tiene varios hijos y está por debajo del umbral de pobreza”, afirma Orenes. La ONG ha visto que muchas de las familias que reciben una beca parcial no pueden afrontar el pago de la diferencia.
Además, hay tres comunidades:Islas CanariasCataluña y la Comunidad Valenciana– Cuando la percepción del 100% de las cantidades esté condicionada a otros requisitos, como la existencia de una valoración por parte de los servicios sociales.
Dependiendo del presupuesto
Otro problema es que en Aragón, AsturiasBaleares, Canarias, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Murcia Dan las ayudas en función del presupuesto disponible en cada año, lo que “deja sin ayudas a niños y adolescentes aunque cumplan con los requisitos”. El límite presupuestario hace necesario establecer criterios de puntuación para que las familias acaben compitiendo.
Además, las ayudas no suelen beneficiar a las familias monoparentales. solo AndalucíaGalicia y la país Vasco Ofrecen el 100% de la beca a familias monoparentales que se encuentren en el umbral de la pobreza, tengan uno, dos o tres hijos. Mientras que en otras regiones estas familias pueden recibir el 50%, 60% o 75% del dinero. Tampoco se tienen en cuenta las situaciones de enfermedad, dependencia o invalidez de alguno de los miembros de la familia.
¿Existe alguna autonomía más generosa? “Todas las comunidades autónomas tienen mucho margen de mejora”, responde Orenes. Incluso Galicia, que fija un umbral elevado (28.000 euros al año) y concede ayudas completas, “no está muy bien posicionada en transparencia, es decir, en la facilidad con la que se facilitan datos a las familias”.
Porque las ayudas, según el informe de Educo, obligan a realizar “trámites complejos, difíciles de entender para las familias y que requieren demasiados trámites administrativos”.
“El papeleo debe ser accesible”
le ha pasado a mara gabriela aguilar, venezolana de 32 años, madre de dos hijos, de cuatro y nueve años. Ella y su marido llegaron a España el año pasado, apenas un mes después de que se cerrara el plazo disponible para solicitar las ayudas. Este año han hecho la solicitud pero no se pudo tramitar su firma digital y, cuando se dieron cuenta del fallo, el plazo había vencido. Los niños van al comedor de un colegio público gracias a una beca Educo.
“Deberían hacer los trámites más accesibles y menos engorrosos porque muchas veces se nos van de las manos”, lamenta. En su familia han notado mucho la inflación porque antes, con 200 euros, les daba “para hacer la compra de todo el mes”. “Ahora no llegamos al 15 ni al 20”, se queja. Ella no trabaja, aunque se ha formado como monitora de comedor escolar, y su marido trabaja en una empresa de reformas de viviendas, donde gana entre 1.000 y 1.200 euros al mes con los que tienen que vivir los cuatro miembros de la familia. Con estos ingresos lo más probable es que tampoco hubieran recibido la ayuda.