La falta de financiación amenaza a iglesias y capillas en la provincia de Ourense



El estado que presentan las iglesias de Santa María de Beade y Santa María A Actual de Entrimo, dos haberes de Interés Cultural donde los días de borrasca el agua se cuela en el interior, ha hecho saltar la rebato respecto al estado de conservación de los templos del rural ourensano, que suma más de un millar de parroquias (1.011 concretamente) entre las diócesis de Astorga (276 parroquias) y Ourense (735) con sus correspondientes iglesias parroquiales, capillas, casas rectorales, cementerios… y, de los cuales, 32 están incluidos en el Catálogo de Riqueza de Interés.

En la Diócesis de Ourense hay 735 parroquias, todas con sus iglesias, casas parroquiales y capillas. Así lo resume Raúl Alfonso, vicario obispal para el patrimonio y el sostenimiento de la Iglesia, quien traslada que, por regla universal, desde el Obispado se asume el coste de la redacción del tesina técnico y incluso se hacen los trámites frente a la Xunta o el junta, pero el tema de la financiación, es competencia de los feligreses. “En alguna ocasión se puede hacer una ayuda, del 20 o 30%, pero tiene que deber una ayuda decano por parte de los vecinos o de las instituciones”, señala Alfonso, quien subraya que todas las semanas entra alguna petición al respecto. “Nosotros les ayudamos con el tema de los proyectos, permisos y trámites burocráticos, pero las parroquias tienen que implicarse”, dijo, cifrando una media de entre 30 y 40 actuaciones las que tramitan cada año en la diócesis a instancias de los vecinos y los párrocos.

La descendimiento de población y la escasez de fortuna ponen a las capillas y a las pequeñas iglesias en el foco del peligro. “Somos conscientes de que no llegamos a todo y, en unos abriles, veremos iglesias en el suelo. Es muy triste. Pero la iglesia es un circunstancia de celebración de la fe para la comunidad cristiana, y si no hay comunidad…”, dice tomando como relato de lo que ya está ocurriendo en Castilla y Arrogante.

La Xunta de Galicia y la Diputación de Ourense, en el caso de la diócesis de Ourense, colaboran con diferentes alternativas para tratar de preservar el patrimonio, especialmente en el caso de los BICs. Todavía las comunidades de montes. El vicario ourensano subraya la ocupación que están llevando a agarradera las comunidades de montes, invirtiendo una parte de los fondos procedentes de la diligencia del monte en la conservación de su patrimonio religioso.

En Astorga

Las parroquias dependientes de las unidades pastorales de A Rúa y O Barco de Valdeorras, en el interior del Arciprestazgo de Galicia, pertenecen a la Diócesis de Astorga. Un departamento donde, tal y como se desprende de las conversaciones con los párrocos de O Barco, Rubiá o Viana do Estúpido, hay menos iglesias con problemas graves, aunque “siempre hay tejados que reparar”, incluso restauraciones de retablos o tallas. Con respecto a la financiación de los trabajos en los templos, el arcipreste Juan José Prieto comentaba que, si se puede afrontar con fondos de la parroquia y del Obispado, no se pide a otras instituciones. Por lo universal, una comisión analiza, cada año, las solicitudes de ayudas que presentan las parroquias. “Dependiendo de las posibilidades y del movimiento de cada una, el Obispado acuerda una partida”, dice.

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