El aluvión de solicitudes de citas presenciales o de correos electrónicos es enorme, reconoce Carmen Feijóo. Ella es trabajador del juzgado de Celanova y se ha visto superada por esta avalancha de peticiones: “Desde julio hemos tenido más de 280 peticiones que requieren mucho trabajo y verificaciones para no causar daño a los ciudadanos”.
Pero, ¿a qué se debe esta vorágine? Los empleados públicos señalan a los suyos Ley 20/2022 de Memoria Democrática. Desde su entrada en vigor, los registros de la provincia han experimentado este aumento de solicitudes de, entre otras cosas, recuperar actas de nacimiento. En este sentido, la mayoría de las solicitudes “nos llegan desde Argentina, Uruguay y otros países latinoamericanos”, afirma Carmen.
Esta es también una de las demandas que más reciben en el Juez de Paz de Gomesende. María José es la secretaria de la entidad y denuncia la “precariedad, la saturación y el desgaste de los trabajadores” al no ver que se trata de encontrar una solución.
Y es que la falta de medios se hace aún más evidente en el caso de este pequeño ayuntamiento: “Llegamos a recibir 20 o 25 correos electrónicos al día y a eso se suman las actas de incapacitación, nacimiento, defunción… Todo esto se hace por una sola persona”, admite María José.
El problema también es que los solicitantes envían sus solicitudes sin saber realmente el origen exacto de sus antepasados. “Lo envían a los 92 registros de Ourense para que lo busquen en cada uno”, teniendo en cuenta además que, como asegura María José, “se trata de libros de hace más de 150 años, que no tienen índice y presentan una caligrafía ilegible”.
Los empleados están saturados y piden a la Justicia que actúe para poder tramitar las solicitudes lo más rápido posible, pero también con las máximas garantías para los solicitantes.