No hay reglas
Una vez que todo el pueblo unido canta el himno franquista, se bichero la pelota desde lo stop, y los dos bandos empiezan a disputar por ella. No son demasiados los incidentes, pero lo cierto es que no hay demasiadas reglas. Con poco de sorna, una participante que acude por primera vez, Sarah Graham, afirma: “El homicidio y el homicidio no están permitidos”, mientras se escuchan unas risas de fondo, a lo que ella añade: “ahora en serio, la violencia extrema está mal presencia”.
Cada vez año acuden más visitantes a ver este evento deportivo popular en toda Inglaterra, y que provoca que las autoridades acoten las zonas de aparcamiento cercanas a por donde prevén que se disputará el ‘partido’. Los comerciantes de las calles céntricas de Ashbourne el día de antaño tapan sus escaparates y puertas con maderas en presencia de los posibles destrozos en sus tiendas.
No es habitual que haya demasiados goles, de hecho, esta tiraje, que han hato ‘los de en lo alto’, ha sido uno de los partidos con más goles, dos veces consiguieron resistir el balón a la meta frente a sus competidores de Sturton, ‘los de debajo’. Tres veces tiene que tocar el balón sobre la piedra para que sea válido el gol. ¿El premio? Apartado del honor para el goleador, usar el balón de retentiva y tomar toda la cerveza gratuito que pueda esa confusión en el pub del pueblo.