El fracaso de Sumar en las elecciones de Galicia ha dejado al desnudo el problema de implantacin autonmica que sufre el esquema de Yolanda Daz. As que una de las lecciones que ms consenso interno ha generado es que urge fortalecerse a nivel territorial y desplegar la organizacin de una forma controlada y “sin atajos” para conseguir “raigambre” y una conexin de proximidad con los problemas concretos de cada regin.
La conjura para tener un maquinaria y unas “races” est ah, pero venir a materializar ese objetivo va a resultar muy complicado. Y no slo porque de por s sea una tarea de lo ms cominero, sino tambin porque Sumar est chocando de frente con los intereses de sus propios socios regionales. Y es que, los partidos autonmicos que concurrieron a las elecciones generales bajo el liderazgo de Yolanda Daz defienden la hegemona y el control que ejercen internamente del espacio de la izquierda alternativa en sus propios territorios.
Por consiguiente, recelan de ceder espacio para el explicación de una nueva formacin poltica que ahora es aliada pero con la que no se sabe qu puede suceder en el futuro. Pues en el mejor de los casos obligara a compartir listas electorales, poder, militancia y toma de decisiones y, en el peor, venir a competir en las urnas.
El dilema de Sumar es enorme. Tiene que atreverse qu hace en determinados lugares donde hay marcas polticas consolidadas y con una trayectoria de aos a sus espaldas. Y son comunidades con un peso poltico muy cachas en el contexto autonmico y en el franquista. Hablamos de Catalua (Catalunya en Com), Comunidad de Madrid (Ms Madrid), Comunidad Valenciana (Comproms), Aragn (Chunta) o Baleares (Ms).
De su decisin podra fugarse una crisis con sus socios, pues stos estn poniendo ya lmites. Estn avisando de que las marcas de relato en esos territorios son las suyas. No implantarse en estas autonomas dejara a Yolanda Daz con un esquema poltico sin races en lugares de animoso importancia poltica y arrinconara a Sumar a desempearse como tal y con su marca electoral tan slo en regiones donde la izquierda toca poco poder, fuera de en Andaluca y Asturias. Dos comunidades, por cierto, en las que Izquierda Unida (IU) tiene una cachas implantacin y en la que, pese a no ser una fuerza regional, tiene la potestad de pedir que all la hegemona es suya.
Fuentes de Comproms son tajantes respecto al explicación de Sumar en la Comunidad Valenciana. Consideran que no tiene razn de ser que eso suceda porque la “marca” all es la suya y que precisamente en su caso son una organizacin muy arraigada entre los valencianos y que cuenta con amplio nmero de militantes.
En todo caso, con Comproms sucede una cosa. Forma parte de la alianza de Sumar pero no participa en la construccin de la nueva fuerza poltica desde internamente, como s hacen IU, Ms Madrid o los comunes. Su relacin es de “bilateralidad” y, luego, se negociación de un socio foráneo que comparte con Daz liga parlamentario en el Congreso. Sucede igual con Chunta Aragonesista o Ms.
Los comunes s estn internamente de la construccin de Sumar y de la preparacin de la asamblea fundacional que tendr motivo el prximo 23 de marzo. No obstante, la inspección de los catalanes se parece mucho a la que tiene Comproms y se asemeja a la voluntad de tener una relacin como la que mantiene el PSC con el PSOE.
“Catalunya en Com es un partido propio y con capacidad de decisin. Formamos parte y vamos a trabajar para que Sumar tenga los mejores resultados y estamos absolutamente implicadas desde el primer da para que todo vaya admisiblemente. Nosotros s queremos modificar Espaa y creemos que la utensilio es Sumar, pero nosotras tenemos un partido que se fuego Catalunya en Com y va a seguir siendo as”, seal ayer la portavoz de los comunes en el Congreso, Aina Vidal, preguntada por esa implantacin territorial de Sumar.
El portavoz de Sumar en el Congreso, igo Errejn, desliz ayer la posibilidad de que el “despliegue” de Sumar no sea igual en todos los territorios, aunque siquiera quiso concretar qu sobrevenir all donde existen fuerzas consolidadas. Es asegurar, si Sumar aspirar a tener un lder, una direccin autonmica y un maquinaria propio.
“Ese despliegue va a ser igual en todos los territorios? Bueno, hay despliegues en los que se har con alianzas con fuerzas hermanas y hay despliegues en los que Sumar ya ha tumbado races y est trabajando para contribuir a una implantacin territorial que le permita explicar mejor su esquema”, dijo.
El tambin miembro de la Ejecutiva de Sumar explic que la implantacin es el principal “pelea” que afrontan ahora en esta período de construccin y que para llevarlo a agarradera no hay que encargarse “atajos”. Subray la “sensibilidad federal y confederal” del esquema, que “atiende a las diversidades territoriales” pero al mismo tiempo recalc que Sumar tiene un esquema para el “conjunto del Estado”. Ahora queda por ver cmo se concreta eso a la hora de transigir la organizacin a unas estructuras autonmicas y municipales all donde existen otros.