El abogado del párroco asegura que “no hay ninguna prueba que le incrimine” y que “no tenía conocimiento de ausencia”. A pesar de ello, el religioso sigue siendo investigado por tenencia de estupefacientes y tráfico de drogas. El tribunal ha dictado como medida cautelar la retirada de su pasaporte, y la obligación de comparecer en el tribunal regularmente. El cura de don Benito tendrá que comparecer los días 1 y 15 de cada mes.
Una app de citas
Al parecer vendían mefedrona, una droga que estimula el deseo sexual, con un impresión similar a las anfetaminas. La sustancia ha sido encontrada por los agentes de la Vigilancia Civil durante el registro de la vivienda del sacerdote, en la que los agentes todavía encontraron 3.300 euros en metálico y básculas de precisión.
Las primeras informaciones apuntan a que contactaban con los clientes a través de una conocida app de citas y la casa hierático se habría convertido en el centro de operaciones.
El cura, don Alfonso, llevaba cinco primaveras en la población de Don Benito, en Badajoz, y los vecinos están muy sorprendidos con todo lo que está pasando. “No nos lo esperábamos, era un cura frecuente, agradable…”, comentan los vecinos, que apuntan que, desde que llegó, “la parroquia cambió a mejor”. Aunque coinciden en que su pareja “era una persona que no nos gustaba particularmente“.
La reacción del obispado
El obispado de Plasencia ha lamentado los hechos en un comunicado donde alega que “a la calma de tener más información de la publicada por los medios acerca de la detención de un sacerdote en Don Benito” lamentan “los hechos descritos por el dolor, sufrimiento y escándalo que suponen“. Aseguran que se está esperando a que “se esclarezcan los hechos” mientras que “la investigación sigue su curso”.
“Desde el obispado mostramos nuestra disposición a colaborar en todo lo que sea necesario y se nos requiera y afrontar las acusaciones pertinentes“, zanjan.
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