Para facilitar el cambio, ayer los padres de los pequeños acompañaron a sus hijos en clase. “Están con ellos en las aulas, al lado de ellos, no tienen ese problema de sentirse solos ni el primer día”, apuntan desde el colegio de Covadonga. “Por la pandemia los países no pudieron entrar, pero ya se acabó todo”, recuerda Rodríguez. Las jornadas de adaptación permiten ampliar el horario a medida que los niños se van acostumbrando: de estar con sus familiares pasan media hora sin ellos, y así, progresivamente, se van familiarizando con el día a día de las guarderías. . “Hay diferentes adaptaciones según la edad, y el logo también según cada niño., porque cada uno tiene su propia forma de gravar o cambiar. Nos adaptamos a las familias”, detallan desde Covadonga.
Los padres, por su parte, también se acostumbran a despedirse de sus hijos. “Cuando los dejas lo haces con un poco de preocupación porque no quieres que ella se sienta abandonada”, dice María Pérez, madre de un bebé de seis meses. “En ese sentido me parece muy bueno el periodo de adaptación, entonces van conociendo poco a poco el espacio, a la profesora, y ella lo siente por un ratito cuando está ahí jugando y socializando”, añade.
gratis
Este es el segundo curso tras la medida gratuita de guarderías privadas establecido por la Xunta. “El balance es positivo, hace dos años que hay un aumento en la matrícula. Normalmente, a estas alturas todavía teníamos muchas plazas libres, ahora tenemos las aulas prácticamente llenas”, explica Fernando Rolland, presidente de la Asociación Galega de Escuelas Infantiles (Agadei). Asegura que todavía quedan “algunas cosas por mejorar”, como igualar los plazos de matrícula de los centros, pero destaca el buen entendimiento con la Administración autonómica. La medida también tiene impacto en las escuelas públicas. “Nuestro número de solicitudes es bajo, aunque todavía estamos al 100% y con lista de espera”, afirma Rodríguez, del colegio Antela, uno de los más grandes de Galicia, con 111 plazas.
La mayoría de los centros privados ya iniciaron el curso el pasado viernes, día 1, y También están inmersos en el proceso de adaptación.. “Los niños que ya estaban en el pasado curso escolar u horario regular, y las nuevas familias poco a poco van haciendo un horario paulatino”, afirma Yolanda Rivero, profesora de la guardería Bule Bule de la ciudad.