Así trascurre tras remitir el Ayuntamiento la liquidación presupuestaria del pasado año a los grupos municipales, documentación de la que también sale a la luz que El gobierno de Gonzalo Pérez Jácome cerró el año con un saldo de 130,46 millones de euros. (ahorro), ya que apenas pudo gastar el 46,5% del dinero incluido en el presupuesto, y sólo ejecutó el 15% de todo el dinero previsto en el capítulo de inversiones.
modificación urgente
El Ayuntamiento cerró el 31 de diciembre de 2022 con 9,01 millones de facturas (por ejemplo, 1,75 millones impagadas a Viaqua) que ahora no puedes pagar por falta de artículos ya que no hay presupuesto actualizado. La ley obliga a pagar este dinero adeudado a los proveedores antes de destinar el resto del tesoro a otros fines. Con el rumbo político ya avanzado, estamos en septiembre, faltan poco menos de cuatro meses para cerrar el año, así que El Gobierno local ha realizado una modificación crediticia de emergencia por 5,5 millones (el resto de la deuda, según los técnicos, podría pagarse con otras partidas existentes) que llevará este viernes a pleno encargo para desbloquear una situación que da buena cuenta de la precaria gestión económica, que en el propio expediente recibe Un tirón de orejas al titular del Organo de Gestión Económica e Orzamentaria.
Crítica de gestión
El funcionario afirma, en un informe firmado el 18 de agosto, que el gobierno local debe implementar “un sano cronograma de planificación y ejecución que permita un mejor funcionamiento de este Consejo desde el punto de vista de los gastos de tramitación, evitando retrasos en la tramitación de los expedientes”. incumplimiento del plazo medio de pago a proveedorespago de órdenes de atraso, aprobación de facturas en expedientes extrajudiciales de reconocimiento de créditos, informes reiterados de reparación de la Intervención Municipal, así como permitir o cumplir dos requisitos legales para el suministro de información de ordenanza que debe ser rendido periódicamente por esta administración y que no se está haciendo”.
El interventor municipal, por su parte, también da su propio tirón de orejas a la gestión económica, al recoger en su informe sobre la liquidación que “falta una memoria explicativa de dos motivos que provocaron una elevada cantidad de obrigas pendientes de aplicar a el orzamento do 2022, estimado en 9,01 millones”.
Lo que dijo Jácome en 2017
La hemeroteca desenmascara a Jácome en este apartado. En abril de 2017, con el popular Jesús Vázquez en el poder, el ahora alcalde Gritó en el cielo cuando había 6,5 millones en la cuenta 413 (en los que ahora hay 9 millones). Luego dijo que el PP había “escondido en el cajón 1.000 millones de pesetas, una cifra que nunca habíamos llegado a contemplar de facturas irregulares” y antes calificó al concejal como “uno de los peores gestores que puede haber en España”. un verdadero inútil”. Aún no se sabe qué opina de su actual gestión, ya que dichas facturas “escondidas en el cajón” ascienden ahora a nueve millones. Se sabe que ahora buscará a un “idiota útil” -como él mismo -describió entonces el PSOE- para que desbloquee los impagos.
Asentamiento
Respecto a la liquidación del ejercicio, el documento al que ha tenido acceso este diario revela de nuevo la incapacidad del Concello para ejecutar ni la mitad de lo presupuestado. El año 2022, según los datos aprobados por el propio alcalde, refleja uno de los niveles más bajos de ejecución presupuestaria de la última década, habiéndose consignado el 46,5% (112,12 millones) de los 241,22 millones a los que ascendieron los créditos disponibles el año pasado tras la constitución vía modificación de crédito del resto. Llama la atención el bajo nivel del gasto en inversión, ya que Jácome apenas logró ejecutar 14,78 de los 98,22 millones de este tramo (el 15% del total). Los ingresos del Ayuntamiento ascendieron a 107,21 millones (1,6 millones menos que en 2021) millones, de los que casi 33,4 provinieron de impuestos directos. Otros 25,1 millones se recaudaron a través de tasas y unos 40 fueron inyectados por otras administraciones. La liquidación volvió a ser reportada negativamente, tal y como refleja la auditoría del interventor municipal, Gonzalo Alonso, “por omitir información que pueda afectar a la cuantificación de magnitudes orzamentarias fundamentales”.
En su análisis encuentra “eivas de diferente consideración”, entre las que destacan la “falta de seguimiento de los desvíos de financiación” en servicios como Ayuda a Domicilio y la Unidad de Conductas Adictivas u operaciones “contrarias a toda lógica contable”.