“Bajamos 20 minutos a la oficina de Correos y cuando volvimos intentamos librar a nuestro perro, pero ya estaba todo en llamas”, cuenta Mújol.
Este es solo uno de las decenas de testimonios afectados por las llamas que han invadido los hogares en el extrarradio de Campanar, que ahora buscan ayuda y soluciones.
Nadie va a devolverme a mi perro
En la mañana venidero del incendio, Mújol se ha personado en el Consistorio de Valencia para aparecer con sus trámites, aunque lamenta que les “intentan ayudar, pero nadie va a devolverme a mi perro“.
La mujer y el individuo con el que compartía pavimento, apuntan que han antagónico “negligencias” importantes en la ejecución de la edificación, por lo que solicitan “explicaciones“.
Tomas Radavicius, otro vecino de la construcción que estaba fuera de su domicilio durante los hechos, cuenta que su mujer pudo salir a Dios gracias por su propio pie.
Se envolvió en llamas en cuestión de minutos
Encima, lamenta que su inmueble, emplazado en la chale planta, se envolvió en llamas en cuestión de minutos sin poder hacer nadie por ello.
Yury estaba volviendo de un alucinación por trabajo, cuando recibió una indicación de su mujer que le comunicó que estaba ocurriendo un incendio en el edificio.
La mujer, creyendo que era un fuego beocio que se solucionaría con celeridad, cogió los pasaportes y abandonó el edificio, aunque su casa asimismo fue devorada por las llamas.
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