La avispa velutina amenaza el futuro de apicultores y viticultores


Los peligros de la avispa velutina no se limitan a su dolorosa picadura. Esta especie invasora se ha asentado principalmente en el norte de España, donde las condiciones climáticas son idóneas para su proliferación. A pesar de las medidas que se han tomado en los últimos años, la velutina se ha convertido en una auténtica plaga que está afectando con especial virulencia a dos colectivos del sector primario de Galicia, el de la apicultura y el de la viticultura. Ambos representan los dos principales medios de vida de estos insectos: las abejas, un manjar para los ejemplares jóvenes, y la fruta, alimento para los ejemplares adultos.

Los apicultores se están llevando lo peor. Los dos últimos inviernos han sido más cálidos de lo habitual, lo que ha adelantado el ciclo de vida de la velutina. “En febrero el tiempo fue muy benévolo, despertó de su hibernación a muchas reinas y empezaron a hacer los nidos primarios”explica para este medio José María Bello, delegado de la Asociación Gallega de Apicultores (AGA). En consecuencia, los apicultores contaban ya en junio con “nidos de un tamaño que corresponde a su tamaño habitual de agosto” y que pueden albergar “entre 1.200 y 1.400 avispas”.

Estos son capaces de bloquear e incluso eliminar las colmenas más pequeñas y jóvenes. “Muchos van a morir antes de mediados de septiembre si no hay un control sobre la velutina”, avanza el delegado de AGA. En cambio, una parte importante de las colonias más grandes, “alrededor del 50 por ciento”, se agotarán y no podrán sobrevivir al invierno» porque no pueden traer comida de fuera, no ponen huevos y no hay relevo generacional«. José María Bello identifica otros dos problemas: varroas, ácaros que parasitan a las abejas y floración temprana. »Esperamos que estemos en el pico máximo porque si esto sigue creciendo es insostenible. No hay forma humana de aguantar esto”. la menta.

Desde la Asociación de Apicultores de Galicia prevén que solo llegarán a floración “con una población aceptable para extraer miel por encima del 25% de los colmenares de las provincias de La Coruña y Pontevedra”. Incluso “Hay apicultores que han perdido todas sus colmenas”, cuenta Bello, lo que supone pérdidas reales de hasta 10.000 euros en núcleos que tienen 30 o 40 colmenas. Desde la Asociación Española de Entidades Aseguradoras de Seguros Agrarios Combinados confirman a torrevieja news today que los daños causados ​​por la avispa velutina no están incluidos por ahora en el Sistema Español de Seguros Agrarios y consideran que “es un riesgo complejo de abordar, ya que sería difícil verificar que, en caso de accidente, las pérdidas sufridas por un productor asegurado se deban a la avispa velutina”.

El impacto de la velutina no es tan drástico entre los viticultores ya que es un “sector potente”, pero Proyectan “más pérdidas” a mediano y largo plazo por el aumento de la plaga. Roberto Rivas, presidente de la Asociación de Vitivinicultores de Galicia, afirma que es un problema “que afecta principalmente a la zona costera” y que poco a poco se ha extendido también a zonas del interior de Lugo y Orense. La velutina les ataca sobre todo a partir de agosto, cuando la uva está madura. “Les encanta la variedad Mencía y les gusta mucho la Albariño”, explica Rivas. Durante el resto del año no sufren tantos problemas, aunque “las plantaciones de la zona de Betanzos han sido devoradas enteras” por estos insectos. “Perdieron el trabajo de todo un año y tienen que empezar de cero”, añade el presidente de AGV.

varias herramientas

Apicultores y viticultores coinciden en que las acciones preventivas y las trampas son vitales para contener los daños causados ​​por la velutina. “Todo lo que cargas en primavera te ayuda a tenerlos bajo control”, revela Roberto Rivas. “Hace unos años cazábamos unos 7.000 u 8.000 por ayuntamiento y tenemos muy claro que siempre hacen nidos en los mismos sitios”, comparte Jose María Bello, que asegura que la eliminación de nidos, al menos 25.000 en los últimos año y medio, según datos de la Xunta, no es suficiente. “Probablemente solo estés matando al 40 por ciento del total. Con el trampeo estás evitando la generación de una parte importante de los nidos«.

Aparte de atrapar y eliminar nidos, los apicultores y viticultores recurren a otras herramientas en su lucha diaria contra la velutina, entre las que se encuentran los insecticidas o las garras eléctricas. Sin embargo, estas garras “tienen un costo muy alto” y la efectividad de los insecticidas es limitada. “Después de unas semanas vuelven a atacar”, objetan desde la asociación de viticultores.

Los apicultores gallegos también han puesto su atención en Asturias, donde se está probando un biocida para neutralizar los nidos. “La velutina es capturada, inmovilizada y liberada tras aplicarle un principio activo que contamina el nido y lo mata”, explica José María Bello. Este método es capaz de eliminar nidos sin saber su ubicación, impidiendo su reproducción desde la raíz. Sin embargo, el uso de este biocida no está contemplado en la legislación autonómica y los apicultores gallegos están a la espera de los resultados obtenidos en Asturias para solicitar su uso. «Le daríamos un palo muy grande a la velutina. Mientras tanto, nos llevamos los palos«, lamentan desde AGA.

La Administración trabaja desde 2014 en la vigilancia y control para minimizar el impacto de la avispa asiática en Galicia. Este mismo año, la Xunta y la Federación Gallega de Municipios y Provincias renovaron su programa de actuación anual, aunque los técnicos admiten estar “saturados” con el avance de la plaga.

La Asociación de Viticultores de Galicia reconoce el interés por parte de las instituciones, pero denuncia que no buscan soluciones reales que aborden el problema de la velutina de raíz. Por su parte, los apicultores han visto incrementado en torno a los 90.000 euros en 2023 la partida presupuestaria general anual de 1,4 millones de euros que reciben de la Xunta. “Sí en Galicia hay 160.000 o 180.000 colmenas, ¿qué te aporta eso? Son migajas”, declara José María Bello.

Ambos sectores yExigen una actuación más contundente por parte de las instituciones para neutralizar esta expansión. Recuerda que la velutina es un insecto voraz que no solo ataca a la abeja, sino que también destruye colonias de moscas, pulgones, libélulas, avispas, arañas, orugas, mariposas y hormigas. Por ello, advierten que las ramificaciones de la velutina superan las pérdidas económicas y suponen una verdadera amenaza medioambiental si no se frena su propagación.

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