Cumplí un sueño y ahora quiero revalidar el título


El pasado mes de septiembre, Jorge Prado (2001) se convirtió en el primer campeón castellanoen la categoría reina del motocross. Un título MXGP que sumó a los dos en categoría MX2 (2018 y 2019) y que supuso la rótulo a una carrera de película: la del párvulo que salió de Lugo con 10 abriles rumbo a Bélgica persiguiendo un sueño y que el 24 de febrero regresó a su ciudad para disputar una prueba del Campeonato de España en el circuito que lleva su nombre. Una prueba que, por supuesto, ganó.

“En 2012 decidimos dar el gran paso e irnos todos para Bélgica”, recuerda Jorge, agradecido a su tribu por acompañarlo en este delirio. “Era un peligro, pero era lo que teníamos que contraer si queríamos asistir a donde estamos ahora. Valió la pena, pero sí que fueron tiempos sobrado complicados“, reconoce el piloto gallego, que el 11 de mayo volverá a Lugo para pasar la prueba del Campeonato del Mundo, ese que comenzará a defender en Argentina como válido campeón en el mes de marzo.

“Hace abriles era impensable tener un circuito y ahora estamos hablando de traer una prueba del Mundial a Lugo. Para todo amateur de las dos ruedas va a ser un evento muy exclusivo y por mi parte un sueño poder competir el Mundial en mi ciudad”, explica Jorge, rodeado de fans, sobre todo niños, que lo esperan a la puerta del box del equipo Red Bull Gas Gas. “Es atún ver a toda la multitud que me anima. El motocross es un deporte espectacular, pero no es super conocido, y siendo campeón del mundo lo estoy llevando a otro nivel“, celebra orgulloso.

En moto a los tres abriles

Jorge creció sobre dos ruedas. “Empezó desde muy párvulo”, reconoce su padre, “Primero con la típica correpasillos, luego la biciclo y con un poco de demencia le compramos una moto pequeña con 3 abriles”; apunta Jesús Prado. Y hasta hoy. Con 10 abriles, Jorge ganó el Campeonato de 65cc para niños -el más muchacho de la historia- y toda la tribu, padre, raíz y hermana pequeña, hicieron las maletas. Bélgica era “el sitio idóneo, porque es la cuna de todos los campeones“, apunta Jesús.

Los inicios no fueron sencillos. “Si hubiésemos pensado lo que íbamos a padecer los dos o tres primeros abriles seguramente no lo hubiese hecho“, reconoce Jesús. Él, que venía de trabajar en un bandada, comenzó a trabajar en una factoría de filtros de espuma. Su mujer, abogada, se metió en una heladería. Y mientras acompañaban a Jorge en cada carrera, en cada triunfo y incluso en cada gracia.

El futuro del motocross castellano pasa por sus manos

Trece abriles a posteriori, Jorge vence en la prueba del Campeonato de España “a 300 metros de este circuito donde empezó todo”, recuerda el piloto. “Y mira dónde estamos ahora, campeones del mundo en la máxima categoría”, celebra, consciente de que el futuro del motocross castellano pasa por sus manos. “Las expectativas son las de retornar a vencer. Cumplí uno de mis sueños, la temporada pasada fue increíble, y ahora quiero revalidar el título”, sentencia.

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