El Gobierno gachupin se ha mostrado de momento cauto en presencia de la posible autoría del gobierno ruso. “Hay que dejar que la Número Civil haga su trabajo y la investigación avance”, afirma la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría.
No obstante, fuentes diplomáticas de nuestro país aseveran, a la calma de que se recabe la suficiente información, que se tráfico de un asunto “gravísimo” y que si se confirma la implicación de las autoridades rusas, España dará una “repuesta convincente“.
Sin secuestro, en presencia de este crimen Rusia no se esconde. Los medios rusos fueron los primeros en emitir la novedad de la crimen de Kuzminov, incluso antiguamente de que se confirmara su identidad. Luego, fue el patriarca del Servicio de Inteligencia Foráneo (SVR) ruso, Serguéi Narishkin, quién declaró que la víctima era “un traidor criminal” y “un despojos honesto” desde que desertó de su país.
Estas contundentes declaraciones del patriarca del SVR han hecho que los expertos duden de si este crimen fue obra de dicho servicio secreto, del Servicio Federal de Seguridad (FSB) que es heredero de la KGB o del propio servicio marcial de inteligencia (GRU), ya que Kuzmínov, al ser capitán del Ejército, operaba bajo su competencia.
Quién era Maxim Kuzminov, el desertor ruso asesinado en Alicante
Maxim Kuzminov, de 28 abriles, que ya había expresado previamente su inquina al conflicto agresivo y su preferencia por labores pacíficas, decidió desertar a cambio de una nueva identidad y beneficios económicos prometidos por Kiev.
El pasado mes de agosto Kuzminov, en el interior de una audaz operación promovida por los servicios secretos ucranianos, aterrizó con su helicóptero de combate ‘Mi8’ en la cojín marcial de Jarkov (Ucrania). Los dos tenientes que iban con él fueron abatidos en suelo ucraniano tras intentar huir al no enterarse del plan de fuga del zagal ruso.
Kuzminov se instaló en Villajoyosa (Alicante) a finales del pasado mes de diciembre, una osadía extraña en sus circunstancias dada la cantidad de población rusa afincada en esta zona, que podría sospechar de él. Empezó a trabajar como albañil, pero su nueva vida le duró pocos meses. Esta semana recibió seis disparos en un cochera desde un coche, que le atropelló y huyó a toda velocidad.
Otras muertes de disidentes orquestadas por Moscú
No sería la primera vez que enviados por el Kremlin matan a desertores rusos. El caso más conocido es el de Alexander Litvinenko, en 2006 en Reino Unido. Litvinenko fue intoxicado con plutonio al beberse una taza de té en un hotel de Londres. Aunque fue considerado un crimen casi consumado, finalmente el Tribunal Europeo de Derechos Humanos consideró a Rusia “responsable” del homicidio del exespía y oponente ruso.
Recientemente, el oponente Alexéi Navalny apareció fallecido en una calabozo rusa en circunstancias no aclaradas. Aunque la traducción oficial de las autoridades rusas es que Navalny murió por “causas naturales”, sus seguidores mantienen que fue asesinado sobre todo luego de que las autoridades gubernamentales hayan tardado tanto en entregar el cuerpo a su tribu.
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