La madreselva



La madre selva o madreselva de los bosques, con el nombre científico Lonicera periclymenum, es un arbusto trepador caducifolio originario del Cáucaso, Asia Menor y Asia Occidental, perteneciente a la familia Caprifoliaceae. Se distribuye por todo el territorio gallego, siendo conocida con los nombres de bigorda, chuchamel o herba salgueira y en algunas zonas montañosas como corriola. Es común encontrarla en zonas generalmente umbrías, formando parte de matorrales, setos, márgenes de bosques o en árboles cercanos a cursos de agua como los alisos, siempre en suelos ácidos y frescos, donde crece de forma exuberante.

Etimológicamente, su nombre genérico lonicera se le dio en honor al médico y botánico alemán del siglo XVI Adam Lonitzer. Su epíteto periclymenum proviene del griego y significa “bañado en todo”, en referencia al hecho de que algunas especies de madreselva tienen las hojas basales soldadas entre sí permitiendo que el agua se acumule en un pequeño cuenco.

Sus tallos son leñosos, delgados y ramificados desde la base.. Las ramas tienen una corteza que se desprende fácilmente. Las terminales son rojizas y están dotadas de una densa vellosidad. Sus hojas son opuestas, enteras o rara vez débilmente dentadas, caducas, de forma oblonga o elíptica y puntiagudas o romas. Son lampiños y de color verde oscuro en la parte superior y más pálidos, con un tono azulado, en la parte inferior. Las inferiores tienen pecíolo mientras que las más cercanas a las inflorescencias son más o menos sésiles, es decir, desprovistas de pecíolo. Las hermosas flores, de fragancia intensa y agradable, se juntan al final de los tallos en inflorescencias o racimos terminales. En un primer estadio son de color rosa o blanco rosado, y luego de color blanco cremoso o amarillento, a menudo teñidos de rojo y cubiertos de muchos pelos diminutos. Tienen forma de trompeta o tubo que se abre en dos labios curvos: el superior dividido en cuatro lóbulos y el inferior entero. Los estambres y el estigma sobresalen del tubo. Florece desde finales de primavera o principios de verano hasta bien entrado el otoño. El olor de las flores y el agradable sabor de sus pétalos la hacen muy atractiva para las abejas y otros insectos y también para los niños, que suelen chuparlas y comerlas sin causar problemas. Al atardecer esparcen un delicado perfume. Caminando en medio de los bosques, se puede percibir su agradable fragancia, aunque no es posible divisarlos, ya que a veces se esconden en medio de la maleza o trepando a los árboles. Sus frutos son bayas globosas de color verde al principio y rojas al madurar, que atraen a las aves. Contienen varias semillas de color marrón amarillento o rojizo.

Su importancia, que siempre ha sido genial, se refleja en las diversas listas de plantas medicinales de las boticas monásticas gallegas, donde se destaca su valor balsámico. Así lo corroboran, entre otros, los escritos de dos notables monjes benedictinos gallegos, uno por naturaleza y otro por adopción: el padre Benito Jerónimo Feijoo, de Orense, natural de Pazo de Casdemiro y destacado por sus conocimientos de medicina, y el padre Martín de Berciano. Sarmiento, por su conocimiento de las plantas y sus propiedades medicinales. El propio padre Sarmiento, que viajó a Galicia en 1745, afirma que en aquella ocasión se aficionó a “la historia natural, la botánica y la lengua gallega”, además de “averiguar el origen y la etimología de cada palabra gallega”. .

Las bayas, a pesar de su toxicidad, se pueden utilizar en dosis bajas. Como purgante y diurético. La corteza y el tallo también se utilizan por sus propiedades anticatarral, depurativa y diurética. Las hojas son astringentes y también se han utilizado para hacer gárgaras para curar dolores de garganta y ronquera, como en Terra Chá de Lugo. En esta región se bebía la infusión de sus flores para reducir el ácido úrico. Cocidas en agua son eficaces para limpiar y curar las llagas aunque ya estén muy arraigadas. Su uso debe hacerse siempre bajo supervisión médica. Se obtiene una tintura azul de la raíz. En algunos casos las flores se utilizan para elaborar licores como la ratafia.

Es una planta que también se utiliza en jardinería por su valor ornamental, para cubrir perfectamente celosías, muros y pérgolas.

En Galicia se ha descrito la presencia de dos subespecies de Lonicera periclymenum.: la subesp. periclymenun presente en todo el territorio y la subsp. hispanica en la provincia de Lugo. También se ha detectado la presencia de Lonicera nitida en la Isla do Faro en las Cíes, y de Lonicera xylosteum, de Lonicera japonica, especie exótica ornamental e invasora, y de la rara Lonicera etrusca, en otras regiones.

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