El pasado lunes 7 de agosto, la Oficina Técnica de Seca decretó la situación de sequía prolongada en las cuencas de las rías de A Coruña y Betanzos y en los sistemas de abastecimiento de Ferrolterra y A Mariña, es decir, desde el río Mero hasta Ribadeo.
Esta situación, como recuerda Mosqueira, no implica necesariamente reservas hídricas bajas, sino que reporta una situación de sequía superior a la habitual en esta época, por las escasas precipitaciones, con lo que el caudal de los ríos también circula más bajo.
Al mismo tiempo, desde mediados de julio se activó la prealerta por escasez de agua en el sistema fluvial Mero, Arteixo y la ría de A Coruña, en la cuenca de Anllóns y en el subsistema de Baiona. En este caso, la prealerta sí apunta a una caída de las reservas de agua para consumo, teniendo en cuenta también la presión que sufren algunos municipios por el aumento de población durante el verano.
En cualquier caso, Augas de Galicia nos anima a “estar atentos”. “El nivel de los ríos está bajando y las exigencias en esta época del año son altas”, recuerda Gonzalo Mosqueira.
Estado y medidas
Una vez declarada esta situación, la Xunta informa a los ayuntamientos afectados para que cada uno ponga en marcha las medidas que pueda aplicar al respecto. Los ayuntamientos grandes, apunta Mosqueira, cuentan con planes municipales de sequía que ya establecen los pasos a seguir, y los pequeños analizan las posibilidades de ahorro.
En todo caso, es necesario informar a la población de la situación “cuando se tengan que tomar medidas concretas”. “Siempre es bueno saber la situación en la que nos encontramos para concienciar y hacer un uso responsable”, dice.
Con esta información, “algún ayuntamiento puede verse en la necesidad de tomar medidas para restringir o limitar determinados usos del agua”, como la optimización del riego u otros usos no esenciales.
La activación de estas medidas, sin embargo, no es un hecho excepcional. Como recuerda Mosqueira, el volumen de agua en los embalses de abastecimiento gallegos está en el 80%, mientras que el año pasado fue del 79%. “No estamos en peor situación, como en otras zonas de España”, explica el gerente de Augas de Galicia.
En cuanto a las precipitaciones, la sequía prolongada se activó en el norte de la comunidad debido a que las lluvias fueron menores a lo habitual. Sin embargo, esto no afecta a toda Galicia, ya que en julio, en el sur, “llovió dentro de la media, e incluso en algún momento más”. “Tenemos suerte de que los frentes que entran desde el Atlántico lo hagan por Galicia”, explica Mosqueira.
Cerrar fuentes y duchas de playa o restringir el riego de jardines
En eso En el caso de A Coruña, ordenó la reducción del lavado y limpieza de edificios y de los riesgos en espacios públicos y privados a lo estrictamente necesario, cerró fuentes ornamentales y limitó los lavados de autos a establecimientos autorizados. El martes anunció que se realizará un “seguimiento de consumos y control de presiones” en los colectores de la red. El vecino municipio de Culleredo se adhirió posteriormente a estas medidas, ambas encaminadas a garantizar las reservas del embalse de Cecebre.
La búsqueda de fugas o pérdidas de agua en la red también fue anunciada esta semana por el Ayuntamiento de Arteixo, que pidió a la población un uso “prudente” del recurso y en Carballo se dio la orden de reducir al máximo los riesgos.
En Oleiros, el Consejo Explicó que enviará a los hogares una circular con tips y recomendaciones para ahorrar agua junto con la próxima factura del agua. Al mismo tiempo, se cortará el agua de todas las duchas de las playas, aunque se mantendrá el agua de las fuentes para poder hidratarse.
En La Mariña Lugo, por su parte, hubo varios municipios que ya activaron medidas. Tanto en Alfoz como en Ourol, sus respectivos alcaldes emitieron una proclama municipal prohibiendo, hasta nuevo aviso, el uso de agua traída para el riego de jardines o zonas verdes, llenado de piscinas, limpieza de vehículos o espacios exteriores o cualquier otro uso que no sea imprescindible para personas o animales.
En Xove, se restringió el agua de las duchas y pediluvios de las playasllenar piscinas, lavar coches, regar jardines y lavar calles, apelando al “espíritu cívico” de los vecinos.