Necesita de nuevo la abstención ‘abertzale’ para revalidar su mandato como presidenta de la Comunidad Foral
Ferraz necesita un empujón y cree que puede encontrarlo en Navarra. Al comienzo de una semana crucial para saber quién tendrá el control del Congreso de los Diputados en la legislatura que está a punto de comenzar, María Chivite jurará este martes como presidenta de Navarra. Necesitan para esto los soportes ya atados de geroa bai y de Contigo-Zurekinasí como, de nuevo, con la abstención de EH Bildu lograda en los últimos días.
En el lado opuesto, la derecha emplea estas alianzas de los psn extrapolar al ámbito nacional la sintonía de Pedro Sánchez con los nacionalistas e independentistas, de los que depende en exclusiva si quiere seguir siendo presidente del Gobierno una legislatura más. Una fórmula que funciona en Navarra: en 2019, como ahora, Chivite fue presidente con los votos a favor, además de los socialistas, de Geroa Bai, Podemos y Izquierda-Ezkerra.
EH Bildu, tanto en un momento como en otro, apostó por la abstención para desbaratar la gobernabilidad, ya que el tripartito cuenta con 21 de los 50 escaños del Parlamento de Navarra. Por eso los nueve parlamentarios de EH Bildu -dos más que el año pasado- vuelven a ser fundamentales para las aspiraciones socialistas en la Comunidad Foral.
El PSN amarró a EH Bildu con un guiño al vasco en el acuerdo
A la espera de saber cómo perfila Chivite -que hoy no tendrá límite de tiempo para presentar su plan de gobierno- su proyecto para la nueva legislatura, destaca el guiño que tuvo en el acuerdo de investidura hacia EH Bildu. En el texto, los socialistas, de acuerdo con Geroa Bai y Contigo-Zurekin, reconocían la diversidad lingüística de Navarra. La región, dijo Chivite, se reivindica en su diversidad, en la defensa de su patrimonio y cultura. Y, por supuesto, sus propios idiomas. De ahí que mostremos el mayor respeto por el euskera en el contexto del derecho desde la lógica sociolingüística. Un gesto que aprovechó para atraer a los de Arnaldo Otegi hacia la abstención que necesita para ser presidente por segunda vez.
La derecha extrapola esta alianza a los pactos de Sánchez
El acuerdo alcanzado entre las tres formaciones, si logra mayoría simple en segunda vuelta, otorgará nuevamente tres vicepresidencias, una para cada formación. Además, la senadora por designación autonómica volverá a ser para Geroa Bai, que enviará a la Cámara Alta a la hasta entonces vicepresidenta de Navarra barkos de lujo.
En vísperas de alcanzar un acuerdo para configurar la Mesa del Congreso de los Diputados, se espera que Chivite lance un dardo desde Navarra en sentido nacional hacia las alianzas autonómicas establecidas entre el Partido Popular y Vox en las últimas semanas, como ya hizo cuando anunció su pacto para ser investido: Nuestro camino, a diferencia del de otras comunidades, será avanzar en derechos, servicios públicos, igualdad y convivencia.