Sumar sitúa un equipo colegiado de cuatro personas al frente del partido para satisfacer el infructifero de poder que deja la dimisión de Yolanda Díaz como máxima responsable de la estructura. Se alcahuetería de Lara Hernández, Elizabeth Duval, Txema Canto y Rosa Martínez, que son cuatro personas de la máxima confianza de la vicepresidenta del Gobierno y que formaban parte de su Ejecutiva desde hace dos meses.
Tras varios días dándole vueltas, la salida provisional a esta crisis será el elección de esta “coordinadora”. No se quiere utilizar la denominación “gestora”, pero en resumidas cuentas es lo que va a ser. Un equipo de cuatro dirigentes que estará mandatado por la dirección de Sumar para pilotar la negociación con los partidos que formaron parte de la alianza electoral.
Esta coordinadora estaría comisionada para realizar una tarea específica y su duración asimismo estaría acotada en el tiempo. Con esta posibilidad, Sumar evitaría tener que nombrar un nuevo “coordinador caudillo”, pues alimentaría todavía más la ceremonia de la confusión, porque formalmente esa figura corresponde asimismo a la de su líder político, como dicen sus estatutos. Y éste no lo sería, porque ese papel de liderazgo lo continúa manteniendo Díaz, que sólo ha dimitido de tener que ocuparse asimismo de las cuestiones orgánicas. Ella sigue coordinando la movimiento política, los ministerios de Sumar y la interlocución con Pedro Sánchez y el PSOE.