Condenado finalmente a 95 años de prisión, el acusado de asesinar a tres personas en menos de una hora en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona el 20 de enero de 2020. El juez de Audiencias de Barcelona también impone una indemnización de entre 50.000 y 300.000 euros al familiares de las víctimas, que en conjunto asciende a 1,2 millones de euros.
La sala ha dictado sentencia este martes en respuesta a la petición de la Fiscalía, y después de que el tribunal popular declarara culpable al imputado por unanimidad la semana pasada. La sentencia coincide con el jurado y no aprecia atenuante alguno por trastornos mentales o drogadicción. Por el contrario, sí considera las agravantes de crueldad y homicidio con abuso de superioridad.
El jurado popular consideró probado que el acusado, Joan Musetescu, de nacionalidad sueca, perpetró los tres crímenes en menos de una hora, entre las tres y las cuatro de la tarde de ese día, cobrando la vida a una mujer y dos hombres, entre ellos , la del trabajador municipal del Ayuntamiento de Barcelona y periodista David Caminada.
El juez impone una indemnización de entre 50.000 y 300.000 euros a los familiares de las víctimas
El fiscal reclama 95 años de prisión por tres delitos de homicidio, además de un delito de incendio provocado, tres por robo con violencia, otro por tentativa de robo con intimidación y amenazas, y lesiones.
El 20 de enero de 2020, el acusado ingresó al apartamento de un hombre alrededor de las tres de la tarde y, sin motivo conocido, lo asesinó apuñalándolo 249 veces antes de degollarlo y asfixiarlo con una bolsa atada a la cabeza. Luego de ello, prendió fuego al apartamento con el fin de borrar sus huellas y rastros, lo que provocó el desalojo de los vecinos del inmueble, poniendo así en riesgo sus vidas.
El jurado popular consideró probado que el imputado cometió los tres delitos en menos de una hora, entre las tres y las cuatro de la tarde del 20 de enero de 2020.
Posteriormente, bajó por la ventana de ese edificio a la calle, y mató a una mujer de 66 años que salía de un portal cercano, golpeándose la cabeza contra la pared del mismo con “gran brutalidad”, según el veredicto del jurado.
Acto seguido, robó una moto a un repartidor, intentó asaltar una tienda con un cuchillo de gran tamaño y, finalmente, en este sangriento periplo, se desplazó hasta la plaza Sant Jaume, donde apuñaló mortalmente a su última víctima, un empleado municipal, en dos ocasiones. . quien salía del trabajo e hirió a un colega del occiso.
En su veredicto, el jurado argumentó que existen “múltiples indicios” que apuntan al acusado como autor de los tres asesinatos. El jurado también destacó que el acusado perpetró el primero de sus crímenes con “sufrimiento innecesario” para la víctima, ya que “fue despiadado” con ella, mientras que en el segundo de los asesinatos, el de la mujer, hubo una “gran brutalidad”. “, como lo demuestran los golpes recibidos.
También que el imputado tuvo la intención en ambos casos de acabar con la vida de sus víctimas, quienes no pudieron defenderse en ningún momento. Basó su condena en las diferentes pruebas aportadas en el juicio, como las declaraciones de los testimonios o las imágenes grabadas por un testigo o por las cámaras de seguridad de hoteles o comercios de la zona.
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