El Policía Municipal de Madrid ha compartido en sus redes sociales un operativo de rescate de un perro que llevaba varias horas encerrado en su coche en un parking. El animal salió completamente ileso, después de que los agentes consiguieran romper la ventana del auto de manera completamente limpia para que no cayeran muchos cristales en su interior y pudieran lastimarlo.
El método utilizado es razonablemente sencillo, pero eficaz: el cristal a romper se ‘venda’ para que, cuando explote, los fragmentos de la luna queden pegados, de modo que al retirarlo se pueda retirar de forma totalmente limpia.
Como se ve en el vídeo compartido por la policía municipal, el perro fue rescatado sin mayores dificultades y se dejó atrapar por el agente, quien aún así sacó al pequeño perro con sumo cuidado para que los pocos pedazos de vidrio que quedaban en el marco de la puerta.
Muchos usuarios han respondido a este vídeo felicitando a los agentes policiales, pero también preguntándose qué hacían los dueños durante el tiempo que la mascota estuvo encerrada en el coche.
¿Qué castigo puede recaer sobre los propietarios?
El Ley de Bienestar Animal persigue, entre otras cosas, este tipo de comportamiento. Según el artículo 24 de esta norma, se sanciona con multa de entre 500 a 10.000 eurosdepende de las circunstancias.
En este caso, ni en otros comparables, no se puede atenuar que el coche estuviera en un lugar con sombra y, por tanto, la temperatura no fuera elevada. La ley establece que está estrictamente prohibido dejarlos sin supervisión y encerrados en un espacio como un coche.