La Policía Nacional busca al autor de los dos disparos que mataron anteanoche a un hombre de 38 años en el barrio madrileño de Pan Bendito, que habría salido corriendo de la casa donde vivía y huido con su familia a las afueras de Madrid.
Se trataría de un hombre de unos 35 años de edad apodado como La pelota, familiar de uno de los jóvenes que acudió a pedir explicaciones a los miembros de un clan gitano rival de Orcasitas, y que acabó de esta forma violenta. Según las primeras versiones, habría salido a defenderlo con una pistola, disparando varios tiros a otro en un descampado cercano.
Como consecuencia de lo ocurrido, anoche familiares de los asesinados acudieron nuevamente a Pan Bendito, esta vez para vengarse. Pero encontraron que no había nadie en la casa de El Bola. Aun así, derribaron la puerta, hasta disolverse ante la llegada de la Policía, que tuvo que sellar la puerta.
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Las disputas entre estos dos clanes son antiguas. Hace casi un mes, tres jóvenes de Orcasitas golpearon a otra persona de Pan Bendito, quien finalmente fue el asesino, hechos que quedaron registrados en video. El domingo en el centro comercial Parquesur de Leganés coincidieron los agresores y la víctima, que sacó un cuchillo e insultó a un familiar fallecido del clan rival.
Los ofendidos se dirigieron a su domicilio en Orcasitas y allí planearon con más gente volver a Pan Bendito en la noche, como lo hicieron, y que terminó con una muerte. Se trata de Antonio, alias ‘Taruco’, que trabaja de vendedor ambulante. No habría participado en la pelea de junio ni en la trifulca de Parquesur, pero es tío de uno de un joven de 20 años que estuvo allí.
Los familiares de la víctima no llamaron a Samur, como es habitual, sino que lo trasladaron en su propio automóvil, en estado muy grave, al Hospital 12 de Octubre, donde los médicos certificaron su muerte. Allí comenzaron a gritar y jurar venganza, generando un escándalo que tuvo que ser apaciguado por la Policía.
El Grupo VI de Homicidios de la Jefatura Superior de Madrid busca ahora al autor de los disparos mientras entrevista con dificultad a los implicados en la pelea, ya que entre clanes impera la ley del silencio, con versiones de los hechos muy contradictorias. También han reforzado la vigilancia en ambas zonas para evitar represalias.
Asimismo, los agentes investigan el arma utilizada, ya que según los casquillos encontrados no se trataría de una escopeta, como se pensó en un principio. Por ello, y otras investigaciones, creen que el presunto homicida estaría relacionado con la venta de droga y la delincuencia habitual.